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Jameneí niega la injerencia extranjera en las revueltas

El líder supremo de la Revolución iraní, ayatolá Alí Jameneí, insistió ayer en que la revuelta postelectoral fue una acción planeada, pero que no se ha probado que sus líderes estuvieran manejados desde el exterior, en noticia que revela Efe.

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El líder supremo de la Revolución iraní, ayatolá Alí Jameneí, insistió ayer en que la revuelta postelectoral fue una acción planeada, pero que no se ha probado que sus líderes estuvieran manejados desde el exterior, en noticia que revela Efe.

En declaraciones divulgadas por la agencia de noticias Ilna, la máxima autoridad de Irán subrayó que la tentativa fracasó gracias a la voluntad divina y la acción del pueblo.

“No puedo acusar a los líderes de los recientes acontecimientos de ser instrumento de países extranjeros como Estados Unidos o Reino Unido ya que para mí no está probado”, dijo Jameneí durante un encuentro con representantes de asociaciones de estudiantes en Teherán.

“Pero no existe duda de que este movimiento, le constara a sus líderes o no, fue planeado con antelación... Los acontecimientos en su base no fueron algo inesperado, sin embargo no se esperaba la presencia de algunas personas en ellos”, subrayó.

Alrededor de una treintena de personas –según cifras oficiales– murieron y cerca de cuatro mil fueron encarceladas durante la revuelta que estalló tras la controvertida reelección el pasado 12 de junio del presidente, Mahmud Ahmadineyad.

Los resultados no han sido aceptados por la oposición, que los ha calificado de fraudulentos.

Los opositores han elevado la cifra de muertos a 69 y han denunciado violaciones y torturas en las cárceles.

Diversos estamentos del régimen iraní han acusado a Occidente, y en especial a Estados Unidos, el Reino Unido, Francia y Alemania de instigar las protestas para provocar lo que Irán denomina “una revolución de terciopelo”.

Esta semana, el fiscal del tribunal revolucionario que juzga a más de un centenar de personas inculpadas de participar en la revuelta, acusó a varios ex altos cargos del pasado Gobierno reformistas de conspirar para derrocar el régimen y de tener lazos con potencias y organizaciones extranjeras.

Según Ilna, Jameneí también respondió a los estudiantes sobre la necesidad de emprender acciones legales contra los denominados “autores no visibles” de los acontecimientos, y que todavía no han sido detenidos.

“En asuntos tan sensibles como ése, no se puede actuar en base a sospechas o rumores.

Debemos garantizar que los crímenes no queden impunes, pero en estos asuntos tan delicados el Poder Judicial debe fundamentarse en evidencias irrefutables”, afirmó Jameneí.

El pasado viernes, el imán del sermón del vienes en la mezquita de la Universidad de Teherán, principal tribuna política del país, instó a la detención de los líderes de los disturbios que aún no están entre rejas.

En este sentido, Jameneí mostró su tristeza por el hecho de que se haya puesto el acento en cuestiones como los abusos en la cárcel de Kahrizak o el asalto a la Universidad, y no en la gran injusticia y desprecio que ha sufrido el pueblo iraní.


Tres días de luto por Al Hakim


El Gobierno iraquí declaró ayer tres días de luto nacional por la muerte de uno de los políticos chiíes más influyentes del país, Abdel Aziz al Hakim, fallecido este miércoles en Teherán, donde recibía tratamiento médico de un cáncer de pulmón.

En las próximas horas, se espera que el cuerpo de Al Hakim llegue a Irak procedente del país vecino, donde ayer cientos de iraníes le rindieron tributo en las calles de la capital.
 
En Irak, está previsto que el cuerpo de Al Hakim sea enterrado en la ciudad santa chií de Nayaf, a unos 160 kilómetros al sur de Bagdad, en el cementerio de Wadi al Salam (Valle de la paz), tras la celebración de exequias en la capital.

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