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Honras fúnebres para un soldado del Segundo Batallón de Desembarco

La ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal, le impuso la Cruz al Mérito Militar con distintivo amarillo al soldado Antonio Carrero Jiménez.

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A pocos días para volver a España, a su casa con los suyos después de completar la misión. El soldado de Infantería de Marina Antonio Carrero Jiménez ya tenía incluso el relevo, porque ese mismo día se despedía en el Tercio de Armada a un nuevo contingente de soldados con destino a Mali.

Compañeros del Primer Batallón de Desembarco que partían para tierras africanas a reemplazar a soldados como Antonio Carrero, del Segunda Batallón de Desembarco con base en San Fernando.

Pocas horas antes de esa despedida el vehículo en el que viajaba el soldado Carrero, de 27 años de edad y natural de la ciudad sevillana de Dos Hermanas se salía de la carretera, según el Ministerio de Defensa, de forma accidental. Carrero murió y otros dos soldados resultaron heridos. Un cuarto resultó ileso.

El accidente se produjo a 40 kilómetros al sur de Sevare, en el centro del país y, tras el siniestro, los heridos y el fallecido fueron trasladados a Koulikoro, donde se encuentra la mayor parte del destacamento español en la zona.

El convoy volcó cuando estaba regresando de una misión de apoyo al ejército de Mali. El fallecido se encontraba en la parte alta del convoy, de ahí que fuera el más afectado por el siniestro.

Los restos mortales del infante de Marina llegaron en la tarde del sábado a bordo de un avión del Ejército del aire a la base de Rota, donde fueron recibidos por sus familiares.

En el mismo avión han viajado también los dos compañeros heridos y el ileso en el accidente de tráfico -los tres pertenecientes al mismo batallón de desembarco-, quienes fueron abrazados por sus familias y amigos, entre lágrimas, tras descender al aeródromo de la base de Rota. Los tres soldados, que son naturales de Dos Hermanas, Badajoz y San Fernando, pasarán este lunes un reconocimiento médico.

En una ceremonia presidida por el almirante jefe del Estado Mayor de la Armada (AJEMA), Teodoro López Calderón, se vivieron escenas de gran dolor entre sus allegados, cuando el féretro ha sido introducido en el coche fúnebre.

Siete compañeros de la quinta compañía del Segundo Batallón de Desembarco, al que pertenecía el fallecido, acompañados del pelotón de escolta, portaron el féretro.

La unidad de música del Tercio del Sur de la Armada interpretó la marcha fúnebre Mater mea, de Ricardo Dorado, como despedida y homenaje al militar fallecido. La misma marcha que sonó en la jornada siguiente cuando el féretro entraba  en el patio de armas del Cuartel de Batallones de San Fernando.

Al cuerpo del soldado se le practicó la autopsia  en la noche del sábado en el Instituto Anatómico Forense de Cádiz .

 

Honras fúnebres

En San Fernando, en el Tercio de Armada en el que estaba destinado, se instaló la capilla ardiente hasta la llegada de las autoridades para asistir a las honras fúnebres.

La ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal; el Jefe del Estado Mayor de Defensa, Fernando Alejandre; el secretario de Estado de Defensa, Agustín Conde y el almirante jefe del Estado Mayor de la Armada, Teodoro González (los cuatro primeros cargos del Ministerio), asistieron a la despedida militar del soldado.

También estaban presentes representantes de las administraciones como el delegado del Gobierno en Andalucía, Antonio Sanz; la consejera andaluza Rosa Aguilar; la presidenta de la Diputación de Cádiz, Irene García,  la senadora María José de Alba y el diputado en Cortes Javier Cano, además de la alcaldesa de San Fernando, Patricia Cavada.

La ministra de Defensa impuso la Cruz del Mérito Naval con distintivo amarillo al soldado fallecido y el jefe del Estado Mayor de la Defensa, junto al Almirante del Estado Mayor de la Armada depositaron la corona a los pies del féretro.

   

Despedida al relevo

España participa en la misión EUTM Mali con un total de 292 efectivos, de los que 60 pertenecen al Cuerpo de Infantería de Marina. Desde el pasado 30 de enero, el general de Brigada Enrique Millán Martínez ostenta el mando de la operación bajo bandera de la Unión Europea.

El relevo del contingente de infantes de Marina fue despedido en el TEAR en un acto  presidido por el segundo comandante del Tercio de Armada.

La Fuerza Expedicionaria de Infantería de Marina para Mali (FIMAR EUTM-MALI XII) está compuesta por dos secciones pertenecientes al Primer Batallón de Desembarco y se desplegará en Mali (África Occidental) por un periodo de seis meses.

Los aproximadamente sesenta infantes de Marina formarán la Compañía de Protección a los Instructores.  Formará parte del Grupo Táctico español bajo mando del Ejército de Tierra.

Cuando el militar se integra en la sociedad a la que sirve

Las Fuerzas Armadas no son una ONG. Son fuerzas armadas aunque estén desplegadas realizando trabajos de formación a otras fuerzas o de interposición entre combatientes.    

Pero en cada uno de los militares que se desplazan a las misiones internacionales -y los que no se desplazan- hay un hombre o una mujer que no se queda impasible ante su sufrimiento ajeno o ante las carencias del entorno.    

Ya lo demostraron con creces en Bosnia-Herzegovina, donde construyeron escuelas, levantaron puentes y se ganaron el respeto de la ciudadanía de a pie. Todo sigue igual, como lo cuenta Elena Tarilonte en un reportaje publicado en la Revista Española de Defensa.    

“La colaboración de los contingentes militares españoles con la población civil más desfavorecida de las zonas donde están desplegados se ha convertido en una constante que se repite en todos los países donde cumplen misión en cuatro continentes”, dice la autora del reportaje.    

Tan sólo en África, lo hacen con quince colegios. En su tiempo libre, visitan los centros para ayudar en lo que pueden o entregar material  de acogida, de formación, de salud o escuelas de fútbol. En algunos de ellos gestionan proyectos de impacto rápido -ayudando con sus propias manos a la mejora de las instalaciones. En otros, son los mensajeros que entregan las donaciones recogidas en distintos puntos de España.      

El centro de las Religiosas de María Inmaculada en Bamako es uno de los que se benefician de la colaboración de los militares españoles pero no es el único. Hay otros seis proyectos en los que están muy involucradas las Fuerzas Armadas, como el colegio público Fraternidad-Reino de España en Bakaribugu; el centro social y el de formación María Bernarda, ambos en Koulikoro; el de formación en costura para mujeres L'Ange Garoien; el centro de salud de Nafadji y el que gestionan los Padres Blancos en Kati.  

Cáritas Castrense

También explica Elena Tarilonte otro aspecto destacado de las misiones militares. Los distintos contingentes son la correa de transmisión de la ayuda humanitaria que recopila Caritas Castrense en España. Sus destinatarios son los más desfavorecidos, sobre todo los más pequeños, muchos de ellos huérfanos y desnutridos, que viven en Líbano, Malí, Yibuti, Senegal y Gabón.        

La ayuda humanitaria de esta organización también llega a Malí de manera puntual. Algunos ejemplos de esta labor es el envío de ropa infantil y juguetes realizado por Cáritas Castrense Getafe destinado a distintos centros de Bamako, Koulikoro y Kati.    

La colaboración entre Cáritas y los militares en territorio nacional y los allí desplegados han levantado tres proyectos en Sikoroni: la construcción de una presa para el riego de zonas agrícolas, la perforación de un pozo de agua potable y la construcción de una escuela.     Todos ellos fueron sufragados por los cadetes, cuadros de mando y profesores de la Academia General Militar de Zaragoza. En total, 9.500 euros recogidos entre julio de 2015 y julio de 2016.  Y así... suma y sigue.

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