Primera noche en la plaza de la Trinidad, que tras el descanso de la pasada edición, por las obras del Museo San Telmo, se ha estrenado en este Jazzaldia con la cantante, contrabajista y compositora estadounidense Esperanza Spalding, una jovencísima figura que ha irrumpido con fuerza y sin complejos en la escena del jazz actual.
Spalding (Portland, 1984) ha hecho muchísimas cosas en sus apenas dos décadas de contacto con la música y el resultado es que ahora compone, canta y toca varios instrumentos: el contrabajo, el violín, el bajo eléctrico y ha empezado a probar con el piano.
Ayer, acompañada por Ricardo Vogt (guitarra), Leo Genovese (piano) y Otis Brown (batería), combinó nuevos temas con otros de su disco Esperanza, como Fall in, Mela y I know you know.
Pero también ha recurrido al repertorio ajeno y ha tomado de Wayne Shorter, uno de los cientos de héroes a los que admira, Endangered species.
Ha cantado en portugués Coisa feita, pero no Cuerpo y alma, la versión castellana que ha hecho del standard Body and soul, que se esperaba para un bis que no hubo.
La artista había anunciado sorpresas, pero la megafonía del recinto y la rápida entrega de un ramo de flores por parte de una azafata puso fin a su actuación de una manera un tanto abrupta.