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Si La Isla fue capaz de hacerlo una vez, por qué no puede repetirlo

Tres siglos de la construcción naval en San Fernando en una exposición que no mira atrás con nostalgia sino como un desafío para el futuro inmediato.

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La Real Academia de San Romualdo sigue fiel a su principio. “Cuando quieras hacer algo, busca a los mejores”. Poco más o menos. Y lo ha vuelto a demostrar con la inauguración de una exposición sobre los 300 años de contrucción naval en San Fernando que se cumplen este año.

 Se trata de volver la vista atrás, pero el presidente de la Academia, José Enrique de Benito Dorronzoro, dejó claro que no se mira atrás para que los isleños se lamenten de lo que fueron y ya no son.

 Es más, de Benito dejó claro que la construcción naval tiene por delante un gan futuro, que está a la cabeza en tecnología y que pintan bien a la hora de mantener las cargas de trabajo.

 Mirar atrás es, pues, esta vez, para coger impulso; para alimentar la autoestima; para darse cuenta de que en La Isla saben construir barcos, que siempre lo han hecho y que se seguirán construyendo.

 Eso sí, dijo José Enrique de Benito, sin que la gente se quede de brazos cruzados pensando en el monocultivo de siempre. Diversificando la economía pero partiendo de que la industria naval fue, es y será uno de los principales motores económicos de San Fernando y de la Bahía y el que más trabajo puede darle a la ciudad.

 Luego, para poner sobre las paredes tal cantidad de fotos sobre la pared y dotarla de un criterio temático y cronológico, doctores tiene la Iglesia y la función de la Real Academia de San Romualdo es la de difundir conocimientos con la máxima exactitud posible. Y para eso se precisan doctores, que los tiene.

 Al frente, Pablo Quijano capitaneando un equipo del que forman parte Ángel López González, Antonio de Hombre Márquez, José Contero Redondo y José Quijano Sánchez. La presencia de Ignacio Escuin era la constancia de la colaboración de la Agrupación de Fotográfica Isla de León (Afil) que preside.

 ¿Material? De sobra en una ciudad donde quien más y quien menos tiene una foto relacionada con la construcción naval, o colecciones, por lo que en estos casos el problema es elegirlas. Y después de eso, plantear una exposición bajo criterios históricos.

Han contado con fondos de ABC, que si se mira en la hemeroteca del periodico se puede conseguir una foto de tamaño minúsculo, pero si se pagan 2,50 euros la dejan descargar a la máxima resolución, explicó Pablo Quijano; también con los de Diario de Cádiz, Ángel López González, Antonio de Hombre Márquez, Armada, Fábrica de San Carlos, Fernando Mósig, Foto Fabra, archivo Quijano como no podía ser de otra forma, de Manuel Baturone Santiago, del Museo del Ejército y del Museo Histórico Provincial de Cádiz. ¿Falta alguien? Pablo Quijano lo completó. Consiguió fotos de Estudio Fotográfico Nicolás. Faltaría más.

La exposición está dividida en seis bloques que se exponen en la entrada y se comienza en la pared antes de entrar a la sala, donde están las imágenes más antiguas, del siglo XIX. A partir de ahí, comenzando por la derecha, la Fábrica San Carlos y la Carraca en plena ebullición el arsenal, que cuenta además con un apartado de fotos aéreas que siempre sin espectaculares y ofrecen una idea de conjunto del gusto de todos.

En el panel de en frente la Bazán y lo que fue antes de la Bazán, el Consejo Ordenador, la Carraca como núcleo poblacional, los actos sociales y una collage realizado con fotos que han sido prestadas por personas que han tenido relación con la industria naval y la Marina y alguna que otra foto histórica, como la visita de Alfonso XIII.

Es el tercero de los actos del ciclo que comenzó el pasado 2 de mayo con una conferencia -también el día 9- y que seguirá la semana que viene con otra de Juan Torrejón, siempre a las 19.30 horas en el auditorio del Centro de Congresos. Pero esa exposición, dijo el director de la muestra, Pablo Quijano, tiene un valor especial. Tomando prestada una dedicatoria de un libro de Juan Torrejón, la muestra está dedicada a todas aquellas personas que hicieron posible la grandeza de una ciudad y de la industrial naval.

 

 Como invitados y calidad de autoridades estuvieron el contralmirante y segundo jefe del Arsenal de Cádiz-La Carraca, Cristóbal González-Aller; el director del Museo Naval de San Fernando, el capitán de navío Vicente Pablo Ortells y la senadora María José de Alba.


 

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