Francisca Molina confirma que además de aguas fecales se han encontrado restos de alpechín en las pruebas que se han realizado
Finalmente el vertido también era de alpechín. La subdelegada del Gobierno en Jaén, Francisca Molina, confirmó ayer martes que el vertido al río Frío, en el término municipal de Jaén y que se investiga desde el 11 de enero tuvo dos orígenes, uno de ellos la depuradora de Los Villares, lo que explicaría la presencia de aguas fecales en el cauce, pero también de alpechín, lo que señala a almazaras de la zona.
“La depuradora no está en el estado que debe estar porque hay que sustituirla, pero el grueso del vertido se percibe claramente que no son residuos urbanos, sino de otra índole”, señaló la subdelegada del Gobierno.
Al doble origen del vertido, según Molina, se ha llegado tras la toma de muestras a lo largo de distintos días. En este sentido, recordó, en relación con la depuradora de Los Villares que la Junta se comprometió a cambiarla y que todavía se está a la espera, aunque subrayó que hay un compromiso en firme para hacerlo.
“Además, se han localizado restos de un vertido de alpechín que es lo que más ha enturbiado el río”, tal y como se denunció desde distintos foros sociales la pasada semana.
La subdelegada informó de que se están llevando a cabo los análisis correspondientes para poder llevar a cabo la limpieza y que, de este modo “vuelva a estar ese paraje con la calidad que se merece”.
En lo que respecta a posibles sanciones, Molina apuntó que una vez que se estudien y se depuren responsabilidades, “se hará lo que se tenga que hacer”.
En lo que se refiere a vertidos en el arroyo Salado que han sido también recientemente denunciados por el Ayuntamiento de Torredonjimeno, que ha pedido más vigilancia para evitarlos, la subdelegada del Gobierno indicó que a las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, “pocas pegas se le pueden poner porque están pendientes de todo, sobre todo de las zonas rurales”, a la vez que añadió Francisca Molina que en la medida de sus posibilidades hacen todo lo que está en su mano para que las cosas “marchen como tienen que marchar”.