Si algo ha quedado claro esta ventosa semana es que es más fácil oponerse que solucionar, y que hay una parte de este Ayuntamiento más dado y más acostumbrado a esquivar que afrontar los temas realmente serios. Negar la idoneidad de Miss Flamenca sin que nadie haya preguntado, es un despiste más ante las críticas de los animalistas después de la situación creada, alimentada y descontrolada por sus responsables.
A Izquierda Unida, la que ha esquivado como ha podido sus responsabilidades más sociales (se negó a asumir Bienestar Social) y las que a priori iban a ser menos estresantes, les han delatado en su gestión. Nefasta, dicho por otra parte.
Que se hayan dilapidado 120.000 euros de dinero público en un Centro de Protección Animal inservible habla y descalifica una política desastrosa de la que aún no se ha depurado responsabilidad alguna. Por menos, el alcalde cesó a su otro socio de Gobierno. El silencio en Urbanismo, con Antonio Fernández a la cabeza, y de Antonio Chacón en Medio Ambiente delata el fracaso. Por menos, igualmente, por mucho menos, otros salieron por la gatera.
Recordar ahora que la prometida playa de perros tampoco se ha cumplido, puede resultar demagogo e inoportuno, pero hay que decir que fue la propia IU la que es presa de sus promesas incumplidas. Otra más que sumar a la larga lista.