La Asociación Empresarial Malagueña de Veterinarios presentará enmiendas al borrador de la nueva ordenanza de bienestar y protección animal elaborada por el Ayuntamiento de Málaga que contempla, entre otros, que las mascotas puedan entrar a bares, restaurantes y hoteles “si no hay prohibición expresa” o un censo de ADN canino para acabar con los excrementos en las calles. Precisamente, el colectivo se opone a esta iniciativa que obligaría a los dueños de perros a formar parte de un registro que provocará, en caso de incumplimientos, el análisis de las ‘caquitas’ y posterior multa.
AEMV criticó ayer que la propuesta podría hacer “replantear” a muchos malagueños la tenencia y adopción de perros, insistiendo en que se propugna su uso con “una finalidad sancionadora”. Otro de los objetivos que persigue la puesta en marcha de este ‘Csi perruno’ es evitar casos de maltrato y abandonos, tan comunes en Málaga con una protectora saturada. Al respecto, los veterinarios consideran que no se puede discriminar a un adoptante “por haber tenido que entregar con anterioridad un animal”.
Además, creen que “algunos de los artículos” que recoge la nueva normativa “no se ajustan” a la situación real de los dueños de mascotas y de los profesionales que les tratan.