No hará falta colgar el cartel de “aquí las mascotas son bienvenidas”. La nueva ordenanza de protección y bienestar animal (cuyo borrador se remitirá a colectivos y asociaciones para propuestas) abre la puerta a que perros y gatos puedan entrar en bares, restaurantes “si no hay prohibición expresa”.
“Queremos que Málaga sea una ciudad amiga de los animales, en la que nuestras mascotas se encuentren protegidas no sólo por los propios ciudadanos sino también por una legislación que ampare sus derechos”, aseguró el edil de Medio Ambiente, Raúl Jiménez. En lo que se refiere al transporte público, los dueños de mascotas podrán acceder con ellos a la EMT o al Metro de acuerdo con las normas y procedimientos acordados por dichas empresas. En el caso de los taxis, sus titulares podrán aceptar la presencia de las mascotas de forma discrecional.
CSI canino
Jiménez apuntó a que la ordenanza, que podría entrar en vigor antes del verano, permitirá “poner en marcha el censo genético, que no sólo nos ayudará a proteger mejor a nuestros perros sino también a evitar la costumbre de algunos dueños de no retirar los excrementos de la vía pública”. Además, el documento regula la gestión municipal de la población felina asilvestrada mediante la creación de colonias, huyendo de la práctica que hasta ahora se viene desarrollando de la captura y sacrificio de los gatos vagabundos.