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Nadie les dijo que sería fácil

En pleno siglo XXI, en una Europa sin fronteras, se repite la historia y los jóvenes siguen buscando fuera lo que les niegan dentro. Tres isleños en Reino Unido cuentan sus experiencias en primera persona.

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  • Miguel Angel Muñoz.

Nadie les dijo que iba a ser fácil y si alguno lo creyó, la realidad le ha golpeado en el rostro para devolverlo a la dura vida de la emigración. Porque es emigración al fin y al cabo, aunque en una Europa sin fronteras y en pleno siglo XXI. Es la emigración del siglo XXI.

Decía Rocío González Castilla que contando las cosas como le van ahora “no se nota el sufrimiento, parece que todo ha sido fácil, pero no es así”. Efectivamente, los testimonios de estos jóvenes de La Isla que se han marchado a Reino Unido son los actuales, los mejores por ahora, pero por detrás está todo lo que significa entrar en un mundo nuevo, ajeno, distinto, desconocido... Fraguar un futuro a través de un mucho de esperanza y una buena de dosis de pánico tragado a grandes dosis y a duras penas.

“Siempre había estado estudiando inglés desde muy pequeño y vivir en Reino Unido es una cosa que siempre tenía en mente”, dice MiguelAngel Muñoz. Nacido en San Fernando, estudiante del colegio Puente Zuazo y del IES Isla de León, se vine a Manchester hace ahora un año gracias a una beca Erasmus Practicas que recibió de su Universidad. “Hice Ingeniería de telecomunicaciones en la Universidad de Sevilla y justo cuando terminé me concedieron esta beca que me permitió estar en la Universidad de Manchester durante tres meses donde, además de trabajar en un departamento de investigación, fui profesor colaborador de matemáticas en dicha Universidad”.

Durante estos tres primeros meses la experiencia fue muy buena. La ciudad le gustó mucho. “Es grande y pequeña a la vez, y lo más importante, no es tan cara como la gran ciudad, Londres. Manchester te proporciona mucha diversidad de cosas para hacer. Es una ciudad viva y que siempre esta en continuo movimiento. Dicen que no es una ciudad bonita pero todo depende de que forma lo mires, a mí me parece que tiene su encanto. El hecho de que sea tan diferente a lo que estamos acostumbrados en España es lo que a mí ya me atrae”.

Tan buena fue la experiencia que decidió quedarse y encontrar un trabajo en IT (Information Technology, Tecnología de la Información). Al principio todo resultaba ser negativo. Mandaba muchos currículos, hacía muchas entrevistas, pero la competencia siempre era muy alta. “Aquí  juegas con la desventaja de que, aunque tu inglés sea muy bueno, el de los ingleses es obviamente mejor, y ellos encontrarán mejores formas de expresarse y darán la imagen que ellos quieren dar para que las entrevistas vaya bien”.

Y cambió la suerte
Tras meses intentándolo decidió buscar un trabajo temporal, bien en un restaurante o lo que saliera, a la vez que seguía buscando de lo suyo. “Así, trabajé dos meses en un restaurante hasta que finalmente me cogieron en una Consultoría de IT. Ahora tengo un contrato de dos años en el que iré rotando con grandes empresas en el Reino Unido de gran renombre internacional (siempre trabajando en la parte tecnológica de dichas empresas)”.

“Lo que he aprendido durante todo este tiempo es que nunca hay que tirar la toalla. Nada es fácil, no hay nada regalado, te caes muchas veces pero hay que saber volver a levantarse. Echas de menos a tu familia, amigos, tu ambiente y también, ¿por qué no?, la buena tortilla de patatas. Tras mucho luchar finalmente todo llega y eso sí, la recompensa es entonces muy grande. Tienes un buen puesto, un buen sueldo, perfeccionas el inglés y sobre todo, puedes pensar en un futuro”.

 

Guillermo Fernández: "Conseguí lo que en España es impensable"
"Mi nombres es Guillermo Fernandez Rubio, soy de San Fernando ( Cádiz ) pero ahora vivo en Londres.  Decidí cambiar de aires para buscar una oportunidad de trabajo y buscarme un futuro, ya que ahora en España las cosas están difíciles.

Trabajo de ‘Au Pair ‘ en Bromley , una ciudad a 15 minutos de Londres. Llevo un mes aquí y la verdad que en este tiempo ya me he planteado formarme para poder trabajar aquí como maestro. Aún tengo nueve meses por delante y creo que esta experiencia puede influir en mi futuro.

Soy profesor de primaria y profesor de Español. En tan sólo un mes he conseguido encontrar "trabajo", algo que en España es impensable. Estoy de voluntario en el colegio donde estudiando los niños que cuido, asisto unos días a la semana.

Esto me está sirviendo para mejorar mi inglés y quién sabe para abrirme puertas para el futuro. Sin duda el programa educativo que tienen los centros es diferente al español y el programa de ayudas a los maestro es totalmente contrario al español. Esta oportunidad que me han brindado, puede significar quizás un trabajo para le futuro.

Soy consciente que  aquí las cosas no están fáciles para encontrar trabajo, pero si que es una oportunidad para buscar nuevas salidas".

En tan sólo un mes conseguí algo que en España es impensable , estar de voluntario en un colegio... Nunca se sabe que te puede deparar el futuro.

Rocío González: "Muchas veces piensas en tirar la toalla"

Cambió sus sandalias de verano por un chaquetón gordo, dice Rocío González Castilla. Otra isleña que ahora vive en Reino Unido desde el 1 de octubre de 2012.

La ciudad elegida fue Manchester porque tenía un amigo viviendo allí. Siempre es más fácil cuando tienes un trampolín, alguien que sabes que te pueda ayudar en las dificultades del día a día.

“No sabría definir muy bien lo que sentía en ese momento. Por un lado ilusión, mucha ilusión, que se veía enturbiada por el miedo a lo desconocido y sobre todo al idioma. Antes de llegar a Inglaterra mi inglés no era muy bueno, de hecho, los primeros días apenas podía dormir por las noches cuando tenía que hacer algo yo sola al día siguiente. Algo tan básico como recargar el móvil se me hacía un mundo y me quedaba dormida pensando I want to top up, I want to top up”.

“Fue duro, mucho. Al principio vienes sin mucho dinero, yo seguía viviendo de mis padres así que con lo que me daban tenía para pagar el cuarto en el que vivía, la comida y poco más, pero quería aprender Inglés. Me hablaron de una academia que impartían clases gratis y así fue como fui saliendo de casa, con miedo siempre a no entender, a que no te entiendan”.

El siguiente paso fue traducir el curriculum, basándose en el European Model e ir dejándolo en todos los take away que encuentraba a su paso. “Yo personalmente tampoco tuve demasiada suerte. Así pasaron mis dos primeros meses aquí. Por la calle vas conociendo gente, mucho español que  está aquí en las mismas condiciones que tu y como entiende tu situación intenta ayudarte y así te vas enterando de cómo van las cosas. Te enteras de que la Royal Mail está buscando gente para la campaña de Navidad, de que existe una cosa que se llama Job Centre y que en muchos casos puede resolver parte de tus problemas y de cuál es la academia más barata para presentarte al First.

Así que ahí estaba yo cogiéndome un bus hacia Stockport y llevando mi CV a los de la Royal Mail para la campaña de Navidad. Tuvimos unos días de training, en los cuales no me enteraba de nada, pero se ve que la cosa fue bien y me cogieron, estuve un mes trabajando allí. Luego llega Navidad y la tierra nos llama. Me fui a casa casi con la esperanza de no volver. Pero de nuevo en España no hacía nada y aquí aún no había cumplido el objetivo: aprender inglés”.

Empezar de cero
Tocaba empezar de cero en la búsqueda de la casa, con los trabajos… pero manteniendo algo que sí había conseguido ya, amigos.” Creo que son muy importantes cuando estás fuera de casa, se terminan convirtiendo en tu familia y los míos a mí me ayudaron mucho.

Sobreviví en Manchester hasta junio pero en vista de que no encontraba trabajo empecé a buscar por internet para ser au pair. Encontré a una familia que quiso venir a Manchester a conocerme y me contrataron para empezar en julio. Por un lado estaba contenta, pensaba que la inmersión en una familia inglesa iba a ser el salto definitivo. Por otro, significaba volver a Cádiz soólo de visita, ir un par de semanas y volver a despedirte de todo tu mundo. Coger tu maleta y vuelta a empezar. Otra ciudad, otro idioma, viviendo en casa de gente que no conoces, que no entiendes y de nuevo miedo y desesperación.

Luego va pasando el tiempo y te das cuenta de que fue una buena idea; de que en tres meses has aprendido más que en el resto del año; que aunque sea poco, ganas lo suficiente para poder mantenerte por ti misma; que aunque no esté ejerciendo de Psicóloga, estoy trabajando con niños, que es lo que me gusta. Y que aunque no sea el trabajo con el que soñaba, al menos tienes un trabajo, al menos cada día te levantas sabiendo que vas a aprender cosas y que igual ahora soy au pair y cuando tenga el nivel de inglés suficiente podré aspirar a más.

No son pocas las veces que piensas en tirar la toalla, en volver a casa, pero hay que sacarle siempre el lado positivo a la vida y aunque a veces no sea fácil, este año ha sido para mí algo inolvidable”.

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