El francés Pierre Vaultier ganó hoy, jueves, la prueba de snowboardcross de las finales de la Copa del Mundo de Sierra Nevada, tras arruinar en la ronda decisiva el sueño del joven español Lucas Eguíbar, que se tuvo que conformar con el sexto puesto, en una jornada en la que le faltó poco para dar la gran sorpresa.
Vaultier, triple ganador de la Copa del Mundo, se impuso por delante del austríaco Markus Schairer y del italiano Omar Visintin, que acabaron segundo y tercero en una prueba en cuya final Eguíbar comenzó destacado y hubiese optado, como mínimo, al podio que logró hace dos semanas en Arosa (Suiza) de no haber sido por la caída que sufrió tras tocarse con el vencedor, que se le cruzó.
'Luki', nacido hace 19 años en San Sebastián y que sólo seis días antes de acabar tercero en Arosa se había proclamado campeón del mundo júnior en Erzurum (Turquía), confirmó que es un valor a tener en cuenta para los Juegos Olímpicos de invierno de Sochi (Rusia), el año que viene.
El donostiarra fue pasando en cabeza todas las eliminatorias de una modalidad en la que los 'boarders' compiten enfrentándose entre sí en una pista con curvas, saltos y peraltes.
Acabó primero la eliminatoria de octavos, por delante del italiano Michel Godino; repitió esa posición en la de cuartos, relegando al segundo puesto al canadiense Robert Fagan; y pasó a la final después de ganar asimismo las semifinales, por delante del propio Vaultier, vencedor de la prueba sin haber marcado ningún primer puesto parcial.
El otro español, el cántabro Laro Herrero, fue quinto en la semifinal que ganó Eguíbar, disputó la final 'pequeña' y acabó duodécimo.
Eguíbar dio muestras no sólo de un gran estado físico, sino también de una enorme fuerza mental, al afrontar la final con ansias de victoria. Tomó la cabeza nada más darse la salida, pero, después del segundo salto y antes del tercer giro, se le cruzó Vaultier, que nada más celebrar la victoria no tardó ni un instante en disculparse repetidas veces con el 'boarder' donostiarra.
Le estropeó la que hubiese sido una jornada épica, en la que hubiese podido festejar una posible victoria ante sus compatriotas, con la presencia de sus padres y en una nueva jornada en la que el sol y el cielo azul engalanaron la estación que corona el pico Veleta (3.395 metros).
Eguíbar aceptó las disculpas con deportividad y, aunque el francés -triple ganador de la Copa del Mundo- le haya arruinado una hipotética jornada de gloria, podrá marcharse a casa con la cabeza bien alta: él y su entrenador, el catalán Israel Planas, están encauzando su trabajo por buen camino.
El australiano Alex Pullin, ganador en Arosa y en Veysonnaz (Suiza), al que le sobraban puntos, optó por no tomar la salida y sí el sol. Oficialmente, no compitió por decisión táctica de su entrenador.
Sí lo hizo la canadiense Dominique Maltais, que en cualquier caso también hubiese salido de Andalucía con el globo de cristal, pero que cerró la temporada con broche de oro: logrando, a lo grande, en Sierra Nevada, después de acabar primera todas las rondas, su cuarto triunfo de la temporada.
Maltais se impuso por delante de la francesa Nelly Moenne Locoz, que también acabó segunda en la general de esta disciplina del snowboard, deporte olímpico desde los Juegos de Nagano'98 (Japón). Tercera fue otra canadiense, Maelle Ricker.
Pullin ganó la general masculina por delante del austríaco Schairer, segundo a pies del Veleta, y del italiano Visintin, que, al igual que el anterior también subió hoy dos veces al podio
