La Agencia EFE nos informó ayer de que “Una chica de quince años ha muerto decapitada en Afganistán tras rechazar casarse con uno de sus parientes en el norte del país.El asesinato ocurrió el miércoles en el distrito de Khanabad, de la provincia norteña de Kunduz. El asesino fue su propio primo y pretendiente. Su propio padre no había querido darla en matrimonio porque la consideraba muy joven.
Este mundo avanza existiendo una gran contraposición entre la técnica y los sentimientos humanos. Cada vez la técnica nos quiere hacer la vida más fácil, pero la simpatía, el compañerismo, la compasión entre los hombres cada vez es más pobre, se podría decir que ya no existe.
Comprendo que la situación en la que se ha visto involucrada la joven, la familia y el primo podría decir que es comprensible dentro de algunas culturas, pero ¿en dónde están los hombres para denunciar estos hechos?, pero peor aún ¿en dónde están las mujeres civilizadas que no gritan contra estos actos?, ¿en dónde están las feministas?
A lo largo de la Historia los hombres han sabido tomar dos posturas: una postura ha sido el espíritu de cuerpo para hacerse uno y defender sus intereses ante las mujeres y la otra estar unidos según su posición de nobles, plebeyos, militares, etc. para luchar por sus intereses o prebendas.
Las mujeres siempre se han aliado con las de su clase para defender su lugar en el estamento que les ha tocado vivir, pero nunca han tenido espíritu de cuerpo para defender nuestros derechos, siempre hemos preferido defender la clase a la que pertenece nuestro padre o nuestro marido antes que defender a las mujeres en general.
Así que hoy pido a las mujeres que, dejando aparte el ser negras o blancas, de izquierdas o derechas, cristianas o agnósticas, instruidas o incultas, todas nos hagamos oír para que estos hechos no vuelvan a ocurrir.
Me niego a seguir leyendo noticias como ésta y que nadie haga nada, Exijo que, al menos, las Delegaciones de la Mujer de todos los Ayuntamientos redacten un manifiesto público rechazando este ataque a una mujer de solamente quince años, aunque nos pille tan lejos.
Firmado: Paz para todos.
