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A 90 minutos... o más

El Laudio ha sido uno de los pocos equipos esta temporada que ha sido capaz de quitarle la pelota al San Fernando y, cuando esto sucede, está claro que el equipo de Iriondo sufre en demasía.

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La afición azulina se prepara para el que puede ser el día más grande de la reciente historia del San Fernando CD. A las seis de la tarde de este sábado darán comienzo 90 minutos de infarto en el campo de Ellakurri entre el CD Laudio y el equipo entrenado por Antonio Iriondo.


La renta azulina de la ida de dos goles invita al optimismo, pero en fútbol todo es posible y en tierras vascas aún sueñan con la machada y darle la vuelta a una eliminatoria que se les puso muy cuesta arriba en el encuentro jugado en Bahía Sur. Dos tantos, los conseguidos por Pedro Carrión y Ocaña (este último de espectacular libre directo) que pueden valer su peso en oro, o más bien, un ascenso a Segunda División B.


Ese marcador de 2-0 logrado en la ida ya le valió a los isleños para dejar en la cuneta al anterior rival que fue el Levante B, y al que los isleños también fueron capaces de vencer en la vuelta por 0-1.


Sin embargo, la misión no se presume fácil, puesto que al terminar la ida el técnico del conjunto vasco, Castelao, ya avisó que saben que la eliminatoria está difícil, pero que ni mucho menos arrojarán la toalla.
Y es que, siendo sinceros, el Laudio ha sido uno de los pocos equipos esta temporada que ha sido capaz de quitarle la pelota al San Fernando y, cuando esto sucede, está claro que el equipo de Iriondo sufre en demasía porque su juego se basa precisamente en tener la posesión del balón.


Si se mira por el lado del optimismo, a nadie escapa que los números en defensa del equipo azulino durante toda la liguilla de ascenso están siendo espectaculares con sólo un gol encajado en cinco partidos. De hecho, David Zamora lleva más de 360 minutos sin saber lo que es recoger un balón del fondo de las mallas. Por lo tanto, habrá que confiar en la fiabilidad defensiva mostrada por el equipo, una de las claves de que haya llegado al último partido con muchas opciones de convertirse en equipo de Segunda B la próxima temporada.


Lo dicho, 90 minutos separan a la afición azulina del éxtasis más absoluto o de la decepción más profunda. Serán 90 minutos, siempre y cuando no se tenga que jugar prórroga, e incluso se pueda llegar a la tanda de penaltis.

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