La alcaldesa popular ha explicado que “durante muchos años”, desde 2.000, los roteños han “visualizado” cómo se han hecho inversiones y adecuaciones en la base naval para ampliar sus muelles o el número de pistas de aterrizaje de aviones.
Pero hasta las ocho de la tarde del miércoles, cuando recibió una llamada del Gobierno, no tuvo conocimiento “oficial” del acuerdo por el que la base formará parte del sistema antimisiles de la OTAN.
Según el Gobierno esto hará que la base acoja 3.400 nuevos residentes estadounidense, unos 1.200 militares, cien civiles, y el resto familiares de los trabajadores, lo que supondrá un impacto económico de 51 millones de euros anuales y la creación de 772 puestos de trabajo indirectos.
Se sumarán a los 1.800 estadounidenses que actualmente residen en la base, en la que también trabajan más de 4.000 militares españoles, según la alcaldesa de Rota.
En ella trabajan actualmente unas 2.100 personas, entre laborales y personal de contratas, que llegan incluso desde distintas localidades vecinas, hasta el punto de que en la base “entran diariamente 15.000 coches”.
Por eso, ahora, con el anuncio de la nueva instalación militar, están “contentos” porque, según la alcaldesa, “más de 50 años de convivencia con una instalación militar” hace que los roteños no teman recibir a 3.400 nuevos vecinos estadounidenses, y “expectantes” por ver “cual va a ser realmente” el impacto económico.
“Si esas 1.300 familias salen, cogen taxis, alquilan casas, e invierten en la zona pues estupendo”, apunta la alcaldesa.