Los vecinos de La Magdalena quieren ver la luz después de cuatro años en vilo y sufriendo las consecuencias de la obra del parque urbano proyectado y su parón en la que tantas expectativas depositaron y a la que llegaron a pedir que se renunciara y se devolviera los terrenos a su estado original en septiembre. A las pocas semanas llegó el anuncio del Ayuntamiento de la rescisión del contrato con la adjudicataria después de más de dos años con los trabajos paralizados. 

El resto ya lo sabemos. El Gobierno local ha vuelto a licitar el nuevo contrato, con gran acogida entre las mercantiles, y la mesa de contratación ya ha empezado a estudiar las 13 ofertas presentadas de empresas, aunque apertura de las ofertas económicas está prevista para el día 30, según publicó en su día la Plataforma de Contratación del Estado

El presidente de la asociación de vecinos de La Magdalena, Manuel Lobato, está al tanto del interés que ha suscitado el contrato, que se ha licitado con un presupuesto inicial de 13.500.949 euros y con un plazo de ejecución que se ha acortado a un año, pero quiere hechos.

“Llevamos con esto ya cuatro años. No vemos la luz, yo supongo que las obras comenzarán antes del verano”, señala. Quieren confiar y pese a tantos contratiempos asegura que “el barrio está ilusionado de siempre, lo que pasa es que ya no cree en nada”, señala el representante vecinal de unos residentes que cruzan los dedos para que las máquinas lleguen cuanto antes, todo transcurra sin sobresaltos y se cumplan los plazos del contrato. “No queremos que pase lo de la otra vez, que haya una perforación, una cosa esté mal planificada y la obra se vuelva a parar”, indica en declaraciones a 7TV San Fernando.

También les preocupa y mucho el tema de los aparcamientos, durante y después de la obra. “A ver dónde metemos ahora todos estos coches; son muchísimos vecinos”. Cuando se modificó el proyecto, como explica, el Ayuntamiento ya les explicó que se daría respuesta a la demanda vecinal con más bolsas de aparcamiento, (con más de 200 plazas) una “necesidad imperiosa”. “Esta zona es el único sitio que la gente que venía de fuera tenía para dejar vehículos, no sabemos si va a solventar todo el problema que tenemos aquí”, admite sin poder evitar tener cierta nostalgia cuando echa la vista atrás y la Feria del Carmen y la Sal y el mercadillo daban vida a la zona. “Los dos han salido de aquí, y traían cosas buenas al vecindario”.

Ahora les toca ilusionarse de nuevo con un proyecto “bonito” que “habrá que mantener”. Antes, una vez que se adjudique el contrato de forma definitiva, esperan sentarse con el Ayuntamiento isleño para que les detalle el plan de trabajo y si finalmente la obra se recepcionará por fases, que fue una de las medidas que se planteó en su momento. 

El propio delegado de Desarrollo Económico, Conrado Rodríguez, cuando a finales de septiembre anunciaba la nueva hoja de ruta de La Magdalena y los pasos a dar para rescindir el contrato a la empresa adjudicataria, se mostraba compresivo con los vecinos y entendía la "incertidumbre" que se cernía sobre el proyecto millonario. Una inquietud a la que anteponía su carácter “transformador” y “estratégico”.  “Vamos a sortear, una vez más, las dificultades que este tipo de proyectos transformadores generan, pero el Parque Metropolitano de La Magdalena será una realidad y San Fernando contará con un espacio verde de referencia que conecte la ciudad con el Parque Natural, con el Puente Zuazo, que potencie la calidad de los vecinos y vecinas y que genere actividad económica y siga profundizando en la transformación del modelo de ciudad”, apostillaba entonces.