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San Fernando

Raúl Cabrera: “La gente va a ver una comparsa muy guerrillera y muy gaditana”

El isleño afronta un nuevo proyecto junto a Miguel Ángel García Argüez (El Chapa) como autores de la comparsa La Tribu, una de las más esperadas en el COAC

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  • El autor isleño con su colección de premios. -

El isleño Raúl Cabrera afronta en este 2025 un nuevo proyecto carnavalero de la mano de Miguel Ángel García Argüez (El Chapa) como autores de la comparsa La Tribu, una de las más esperadas cada año en el Concurso Oficial de Agrupaciones del Gran Teatro Falla de Cádiz. Dentro de su apretada agenda como compositor ha sacado un pequeño hueco para hablar con San Fernando Información de sus sensaciones de cara al estreno de la agrupación en preliminares, que se producirá el próximo lunes 27 de enero. Sensaciones, ausencias, regresos..., de todo ello habla con la naturalidad que le caracteriza. 

¿Qué se va a encontrar el aficionado al Carnaval el próximo 27 de enero con La Tribu?

—Se va a encontrar una comparsa guerrillera y muy, muy gaditana y, sobre todo, una comparsa muy diferente a Los colgaos, que es de lo que se trata. El objetivo es ofrecerle cada año al aficionado una comparsa distinta, no que se quede sólo en cambiarle el disfraz, el maquillaje o el atrezzo y que tenga siempre el mismo mensaje o la misma musicalidad. Estamos muy contentos con nuestra tribu, con lo que estamos preparando y deseando soltarlo ya para que la gente pueda escuchar lo que llevamos tantos meses trabajando.  

¿Está todo el repertorio listo o le falta algún detalle todavía?

—En lo que se refiere a mi parcela que es la composición musical está ya prácticamente todo terminado, salvo algunos detallitos con los coreados y algunas cosas de montaje. Y en cuanto a letras todavía Miguel está llevando algunas, ya que le ha cogido muy bien el pulso al pasodoble y no para, está currando tela. Estamos muy avanzados y el repertorio del día 27 sí que lo tenemos listo.  

El hecho de que Antonio Martínez Ares vaya a descansar este año, ¿os supone una mayor presión porque a lo mejor desde fuera se piensa que tenéis que ganar el concurso sí o sí?

—Usted lo ha dicho. Es la gente la que lo dice y la que te pone esa presión, que se suma a la que ya tenemos cada uno de nosotros los componentes. Pero es algo que entiendo, ya que desde hace dos o tres años estamos siempre metidos en la pomada, como se suele decir, y haciendo las cosas bien. Es normal que la gente tenga esas ganas y, en cierto modo, que vea que somos nosotros los que podemos ganar este año. Insisto en que eso sale de la propia gente, pero nosotros como agrupación nos tenemos que centrar en lo nuestro, en intentar sacar una buena agrupación y que deje un buen sabor de boca. Vamos a luchar a tope por el concurso, pero también pensando un poco más allá del COAC, que al final es algo que dura un mes, que se vive con mucha tensión y emoción, pero luego quedan por delante otros diez meses en el año donde tenemos muchísimas actuaciones. Al final lo que intentamos es sacar una buena agrupación y que nosotros mismos estemos contentos con el trabajo que estamos haciendo. De todas formas me gusta que la gente nos meta esa poquita de presión.         

No estará uno de los grandes como es Martínez Ares, pero vuelve otro clásico como es Jesús Bienvenido

—La vuelta de Jesús Bienvenido y de cualquier otro autor grande es siempre una buena noticia, pero no sólo para el concurso, sino para la fiesta en sí. Me parece muy bien que haya dado de nuevo el paso y se haya presentado. Y en cuanto a la ausencia de Antonio se va a notar muchísimo por todo el revuelo y todo lo que mueven, tanto él como su agrupación. También hay otros regresos que molan en otra modalidad como es la de chirigota. Ahí está el caso de El Yuyu, cuya vuelta es superesperada, la de Kike Remolino o la de Puerto Real de Antoñito y Fermín y, sobre todo, la de El Canijo de la que este año tengo el placer de ser el músico sacando la melodía del pasodoble y la del final del popurrí. Vamos a tener una gran ausencia con la de Antonio, pero creo que ese hueco se va a llenar con todos los autores que he citado.  

Le faltarán horas en el día para llevar todo para adelante, puesto que al Carnaval hay que sumarle su profesión como compositor de música comercial para grandes artistas de este país

—Tengo que organizarme todo muy bien y siempre intentando cumplir horarios. De momento tampoco pienso mucho en eso, voy al día a día. Supongo que llegará un momento en el que a lo mejor tendré que parar por saturación, pero es algo que ni siquiera lo pienso. Estoy en una rueda bastante dinámica y logrando bastante cosas buenas. Ahora mismo me encuentro como en una especie de nube que me va llevando bien. Pero sí que es verdad que hay momentos en los que piensas en descansar, no sólo de lo que es el Carnaval, sino incluso de salir como componente. Componer la comparsa al fin de al cabo es como mi trabajo de hacer canciones, me pongo mis horarios y lo hago. Lo que sí que me quita mucho tiempo es el ir a ensayar, montarla, actuar todos los fines de semana..., voy empalmando años tras año con todo y si es verdad que hay momentos de saturación en los que necesito desconectar un poco de todo.            

 

Escuchucharle justifica en cierto modo la decisión que ha tomado Antonio Martínez Ares alegando ese bloqueo mental y esa presión  a la que se ve sometido año tras año desde que regresó

—Claro y más cuando es alguien que está tan expuesto a la crítica, ya sea buena o mala, y a cumplir con las expectativas que cada aficionado se crea en su mente. Cada aficionado tiene en su cabeza una agrupación y al final el autor refleja otra cosa. Esa presión la lleva uno todos los días. Entiendo a Antonio porque además creo que lleva desde el 2017 concursando al máximo nivel y es normal que quiera descansar, sobre todo para echar un poco de menos no sólo lo que es el Carnaval, sino la composición, que al fin al cabo es lo de lo que vivimos los autores, no solo económicamente sino también de sentirnos realizados. Entonces quizás cuando se pierde esa chispa, cuando la guitarra no te dice nada o las ideas no salen, pienso que lo mejor es parar. Creo que ha tomado la mejor decisión posible. Espero que se vuelva a encontrar y le deseo lo mejor.    

¿Cuánto tarda en hacer una melodía? ¿Echa muchas para atrás? ¿Le salen a la primera?

—Ojalá saliese a la primera, eso sería gloria bendita. A esto hay que echarle muchas horas. Primero crearte una atmósfera musical, meterte en la idea y en el personaje de la comparsa, o cuando se trata del popurrí que cada cuarteta tenga una intención para que no se convierta en algo muy monótono..., es complicado. Tengo incluso una carpeta a la que llamo melodías muy malas y que me las pongo de vez en cuando para echarme unas risas. A esto hay que darle muchas vueltas y en mi comparsa yo siempre hago hincapié de meternos en la idea y hacer creer a la gente en lo que está viendo.     

Incluso si a lo mejor son las cuatro de la mañana y le viene algo mientras duerme, ¿es de los que se levanta para apuntarlo?

—Claro que pasa, pero no sólo cuando estás dormido, sino cuando estás almorzando, cuando estás con los amigos o cuando vas por la calle. Yo tengo el móvil repleto de melodías que se me ocurren y las grabo para que no se me olviden. Eso pasa, es decir, acostarte por las noches a las tantas de la madrugada o levantarte temprano para volver a escuchar lo que has hecho el día anterior, no te gusta, los borras y empiezas de cero. En fin, es algo complicado pero a la vez es lo que más me gusta y me motiva en el día a día.

Y lo bonito que tiene que ser para uno ir por la calle y escuchar a alguien tararear algo que usted ha compuesto o que suene en la radio de un coche...

—Totalmente. Al final uno, o al menos así lo entiendo yo, cuando se dedica a la composición o a la música en general no lo haces para ti, lo haces para la gente. Para lo otro están los cantautores, que hacen sus propias canciones, se producen y hacen música para ellos, ya luego si la gente lo consume, pues genial. Pero yo que me dedico más a la parcela de las canciones comerciales, si las queremos llamar así, siempre he dicho que la intención es que la gente las ponga en el coche o incluso las lleve como tono del móvil, que las cante. Para mí ese debe ser el fin, es decir, que la gente consuma tu música. No hay nada más satisfactorio que eso para alguien que compone, eso es precioso.         

Es el cuarto año de ese binomio que ha formado con El chapa, ¿de qué salud goza ese matrimonio carnavalero?

—Con Miguel es muy difícil llevarse mal. Nosotros cada uno respetamos nuestras parcelas y nos llevamos muy bien. Además no somos unos autores cansinos, pesados de quedar todos los días. Lo que hacemos es vernos todos los lunes, hacemos una reunión tras el ensayo y es ahí donde soltamos todas las ideas. Tenemos un gran equipo de trabajo, ya que además de nosotros dos están Javi Bohórquez, Canica, Sergio Plaza, Cheito..., la verdad es que no somos mucho de vernos, de quedar en persona, salvo ese rato grande tras el ensayo cada lunes. Cada uno sabemos más o menos lo que tenemos que hacer y luego cuando nos vemos juntamos un puchero entre todos.       

El grupo apenas sufre cambios, aunque este año ha habido dos salidas y han llegado dos fichajes como han sido Antonio Parra Asituna y Carlos Peña que han llegado para suplir a José  Helmo y Víctor Jurado

—Es normal que en una agrupación con 15 componentes todos los años haya altas y bajas por motivos de trabajo o lo que ha sucedido este año, que esos dos componentes han decidido volver con Jesús Bienvenido en su regreso, algo que me parece genial. Yo siempre digo que mientras que no se me vayan los pilares de la comparsa como Chema, Javi, Cheito, Canica, Suso, Plaza, Waxi, Saúl o Cris que son el núcleo..., los demás lo entiendo y nunca me enfadaré con nadie por querer estar donde quiere estar. Al final lo bonito del Carnaval es que uno pueda hacer lo que quiera. Yo siempre he estado contento con mi grupo, algunos años más y otros menos porque a lo mejor quería otra tesitura, pero en concreto éste estoy muy contento con La Tribu, ya que las nuevas incorporaciones le dan otro color y otro sonido a la comparsa, que yo creo que siempre viene bien.

¿Puede explicar un poco mejor esto último que ha dicho?

—Nosotros siempre intentamos mantener nuestro sonido desde la época de Juan Carlos y así nos lo hace saber la gente, además de los premios que conseguimos como el de la mejor dirección musical que llevamos dos años seguidos ganándolo, lo que denota que nuestra afinación y la forma de montar la comparsa gusta. Pero evidentemente cuando llegan componentes nuevos ellos se tienen que amoldar a nuestro sonido y nosotros también a ellos. Cuando fichas a alguien, sabes perfectamente a quien metes en la comparsa. Este año tenemos al Asituna, que yo llevaba muchos años detrás de él porque me gusta mucho, y se trata de un tenor con tesitura de octavilla que nos va a dar otro sonido que años atrás no hemos tenido. Al igual que la segunda, ya que hemos metido a Carlos que tiene una enorme potencia. El 90 por ciento de la comparsa seguirá sonando igual, pero con ellos dos sufre un pequeño cambio que la gente también lo va a agradecer.

¿Qué le gustaría escuchar que dijeran de La Tribu una vez acabado el COAC?

—Sobre todo que tras el concurso, que sólo dura un mes, sigan consumiendo nuestra comparsa durante todo el año, que mejor detalle que ese. Que, por ejemplo, la gente te diga por redes sociales que está pasando un día chungo y que se le ha pasado escuchando tu presentación, cosas así y que al final es lo bonito de todo esto. Ya los premios no dependen de nosotros, sino del gusto de cinco personas que lo mismo no son los mismos que los tuyos. Sin ir más lejos hemos despedido Los colgaos el 30 de diciembre y en el Sánchez Pizjuán en el homenaje a Jesús Navas. Con esas cosas me quedo.                  

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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