El salón de actos de la Casa de la Cultura colgó este viernes, 20 de enero, el cartel de
completo para acoger la presentación de la biografía autorizada de José Carlos Fernández Moreno, a sus 80 años de edad, que ha sido escrito por la isleña y amiga personal Adelaida Bordés.
Mereció la pena. Retrato de tres cuartos de José Carlos Fernández da a conocer muchas de las facetas más desconocidas de su protagonista, sobre todo su edad más temprana, juventud y adolescencia, y sus grandes pasiones.
Fue un acto muy ameno y en el que autora y protagonista fueron de la mano, de manera que Adelaida puso la sobriedad necesaria para dar a conocer los principales esbozos de la obra, mientras que José Carlos aportaba grandes dosis de humor, ese que siempre le ha caracterizado y que se esconde detrás de esa “serenidad imperturbable”, como la calificó Ana Mayi, de Ediciones Mayi y que ha sido la encargada de su edición.
Una presentación en la que también tuvo cabida una reivindicación realizada por su hijo, José Carlos Fernández Moscoso, quien pidió que, tras 14 años, “se saque del cajón” el procedimiento iniciado en 2011 para nombrar a su padre Hijo Predilecto de la Ciudad.
Adelaida Bordés explicó que la elección de la Casa de la Cultura para la presentación de la obra respondía a la “importancia” que dicho edificio ubicado en la calle Gravina tenía para el protagonista de la misma, donde ejerció durante más de una década como gerente de Cultura y donde también ostentó la presidencia de la Real Academia de San Romualdo.
“Para mí el estar aquí es una declaración de amor, de cariño y de entrañabilidad”, apostilló José Carlos Fernández, “ya que aquí no sólo he pasado esos diez años de mi vida, sino que he dado pregones, conferencias, se han representado obras de teatro mías. A esta casa le tengo especial cariño y apego y ya está… (risas del público)”.
La autora recordó que la idea surgió en junio de 2017, tras la presentación de su primer trabajo biográfico
Naranja y botella, sobre la vida de Ángel Torres Aleu. “Desde el otro lado del teléfono, José Carlos me reiteraba su felicitación por ese acto, de lo que bien que había estado para, terminar diciendo, pues vete preparando…”, a lo que “yo después de un segundo interminable le pregunté que para qué. Para escribir la mía, me respondió…, otro segundo más enorme todavía y helado a pesar del calor. Le concluí con la coletilla de
ya iremos hablando”.
Esos fueron los cimientos de lo que vino luego, un trabajo pormenorizado. En cuanto al título y ese
retrato de tres cuartos que aparece en el mismo, Bordés indicó que hace referencia a “ese ángulo menos conocido de los que estamos aquí como son su infancia, preadolescencia y adolescencia, etapas en las que se va desarrollando la personalidad del protagonista en su barrio y su cofradía que, junto con la Real Academia de San Romualdo, han sido los tres pilares sobre los que se ha ido sustentando su vida, llegando a ser un referente periodístico y literario avalado por numerosos premios”.
Los motivos por los que este libro llega con motivo de su 80 onomástica los explicó su protagonista. “Lo del 80 cumpleaños…, podemos omitirlo. Antes que nada quiero expresar mi gratitud a Dios por haberme dado la posibilidad de vivir estos años, por haber aprendido tanto y por mantenerme en este mundo. Gracias a ti Adelaida porque ha sido una labor generosa y sobresaliente. Un trabajo que todos tenemos que valorar de forma muy notable. Tú a mi me conoces perfectamente, ya que hemos compartido trabajo, ilusiones, entusiasmos culturales y alcanzando a veces metas que nos parecían inaccesibles. Y también hemos pasado muchísimas
fatiguitas. Gracias a mi familia, a mi mujer Lola, a mi hermana y mi sobrina y ahijada por todo su cariño y, cómo no, a mi hijo José Carlos al que quiero muchísimo por su colaboración y por ser como es. También a Julián Ochoa por la fotografía de la portada que tanto me la celebran, lo que tiene su mérito. Y a todos los que de alguna forma han colaborado y a Ediciones Mayi con su directora a la cabeza y a su marido”.
“Y, cómo no, a todos vosotros que a lo largo de mi vida de distinta forma y en ciertos momentos habéis estado junto a mí en todos los sentidos y hoy estáis aquí. Han venido personas de Sevilla, de Jerez, de Cádiz, lo que me ha causado una gratísima impresión. Muchos se han ido quedando por el camino, a los cuales siempre tengo en el recuerdo y los echo de menos. Y quiero terminar dándoles las gracias a mis padres. Hace unos días tenía una conversación con mi hermana, y me recordó que mi madre, Catalina, lo primero que hacía cuando cobraba mi padre, José Luis, era apartar el dinero de nuestros colegios, y eso es muy de agradecer”, enfatizaba José Carlos.
Llegados a este punto, volvió a tirar de su fina ironía. “Yo no sé si esto me lo merezco, pero tampoco me merezco estar
patalico, haber tenido dos infartos de miocardio y tener cuatro stents, que tengo más muelles en el cuerpo que un sofá de cincha. Yo soy un niño de posguerra, fijaros que cuando nací todavía existían las cartillas de racionamiento, pues ese soy yo”.
Adelaida Bordés retomó su intervención para recordar que se trata del segundo trabajo autobiográfico que ha realizado, el primero fue sobre “un artista del color” como Ángel Torres Aleu, y este segundo sobre “un artista de la palabra” como José Carlos Fernández Moreno. “Ambos maestros en contar historias. Uno en sus lienzos y el otro en las páginas de sus libros”.
José Carlos Fernández Moreno, alma mater de San Fernando Información en sus inicios , volvió a la
carga indicando que “yo he hecho en la vida lo que he podido. Me he llevado toda la vida pidiendo, siempre he estado por ahí como la Virgen Dolorosa con las manos hacia adelante, pero nunca he pedido para mí, jamás. Los que me conocéis, lo sabéis. He pedido para mi cofradía, para las Cáritas de la Pastora, para la Academia, para la Fundación de Cultura, el Teatro de Las Cortes…”.
E hizo un paréntesis para recordar una anécdota con el ex alcalde, Antonio Moreno, cuando fueron a Córdoba a entrevistarse con los responsables de Cajasur para exponerles todos los proyectos de la conmemoración del 24 de Septiembre. “Tras estar charlando dos horas, nos ofrecieron una colaboración de 500.000 pesetas. Seguimos vendiéndoselo, diciéndoles que venían los Reyes de España, los padres de la Constitución, todos los festejos…, nos volvimos con 30 millones de pesetas. Pidiendo, pero tampoco se me han caído los anillos y las chaquetas”.
Adelaida Bordés finalizó haciendo referencia a una frase de su amiga Carmen Orcero. “Espero con ilusión el momento en el que el trabajo venga de vuelta. Que me los encuentre a ustedes por la calle y me digan qué les ha sugerido, si la lectura ha llamado a más recuerdos, qué han sentido. Ese será el mejor premio, porque sabré que la magia ha funcionado. Y se lo dice una lectora voraz, que necesita leer con la misma necesidad que Nuria Espert, para quien la lectura es algo muy parecido a la baranda de los balcones. Gracias José Carlos Fernández por la encomienda, que ha sido muy enriquecedora y les aseguro que para mí ha merecido la pena, y espero que para ustedes también”.
El protagonista dejó de nuevo otra reflexión para acabar que sacó otra vez la sonrisa al respetable. “Sin duda esto de hoy es motivo de una gran alegría, pero no deja de tener cierto
tufillo siniestro. Cuando es publicada la biografía de uno es algo así como un salvoconducto para traspasar las puertas de las cadenas de Pedro Botello. Pero me tranquiliza el que debido a mi incapacidad
patalina llevo bastón, luego siempre voy tocando madera. Atrás quedaron ya los tiempos en los que yo era el terror de la Bahía y de la campiña de Jerez. George Eliot decía que nunca es demasiado tarde para ser lo que podrías haber sido y termino diciendo una frase del padre jesuita Pedro Arrupe: para el presente amén, para el futuro aleluya”.
Tras ello, subieron las tres primeras personas que recibieron el libro y que han sido también claves en la vida del protagonista como han sido Francisco Sánchez Reyes, Manuel Ángel Gómez Aragón y José Enrique de Benito Dorronsoro.
José Carlos hijo y su reinvindación
José Carlos Fernández Moscoso subió al escenario para agradecer en nombre de toda la familia de su padre a la autora de la biografía, Adelaida Bordés, a la editora del libro Ana Mayi, y al Ayuntamiento de San Fernando y su alcaldesa, “por permitir que el libro de mi padre haya visto la luz entre unos muros en los que tanta ilusión puso y tanto trabajo desde lo público por la cultura de esta ciudad”. Además, destacó también su gratitud a la autora y “amiga” por la “discreta y estratégica mención” que de ellos hace en sus páginas.
“Quiero muchísimo a mi padre y, arriesgándome a que me riña cuando este acto haya finalizado, me van a permitir que a modo particular lamente que la historia escrita sobre José Carlos Fernández no termine con la descripción de un acto ya vivido y aletargado en el tiempo. En nada menos que en 14 años en un cajón perdido. Casi 40 instituciones de San Fernando y decenas de particulares solicitaron formalmente en 2011 la distinción de mi padre como Hijo Predilecto de la Ciudad por su constante trabajo por la cultura y su amor por La Isla. Nadie parece acordarse, a pesar de que él sigue atendiendo las llamadas de tantas entidades que requieren de su talento y sus consejos. Es hora de que todos abramos el cajón…”, reivindicó durante su discurso.
Patricia Cavada
Clausuró el acto la alcaldesa, Patricia Cavada, quien mostró el agradecimiento de poder asistir a dicha presentación con la que, en cierto modo, se rinde homenaje a “una fuerza viva de la cultura de esta ciudad y, sobre todo, a una persona a la que quiero y admiro”.
“Este libro recoge las memorias, la trayectoria, la esencia de una figura de un pilar fundamental de nuestra identidad”, indicaba la alcaldesa, quien añadía que “es una ventana a las memorias de alguien que ha dedicado su vida a engrandecer, no solo la cultura de esta ciudad, sino a la propia ciudad. Gracias Adelaida por esa sensibilidad, dedicación y compromiso con la memoria de José Carlos y, por tanto, también con la memoria de muchos isleños e isleños. No se me ocurre un título más acertado. La vida no es la que uno vivió, sino la que recuerda y cómo la recuerda para contarla, como dijo García Márquez”.
Cavada afirmó que “a través de tus memorias no sólo encontramos el relato de tu vida José Carlos, sino también un espejo en el que podemos ver reflejado la evolución de esta ciudad. No encuentro palabras para definir la contribución que tú has hecho para esta ciudad, siempre has marcado un antes y después en todo lo que has emprendido. Has tenido muchos logros, pero lo mejor que tienes es esa pasión que contagias y que va a acompañada de tu humildad”.