El cantante isleño, el insecto más marchoso de la temporada, se hace con la máscara dorada tras conseguir mantener a salvo su identidad hasta el final
Abraham Mateo se convirtió anoche en el ganador de la cuarta temporada de Mask Singer. El cantante, compositor y actor de San Fernando logró mantener a salvo su identidad hasta el final y se alzó con la máscara dorada tras destaparse como Mosca, que se ha convertido en el insecto más marchoso de la temporada.
“Ha sido la mejor experiencia que he tenido en un programa en mi vida”, señalaba el artista a los pocos minutos de quitarse la máscara de Mosca que tan buenos momentos ha dado al jurado y a los telespectadores con su talento vocal, su cambio de registro y su puesta en escena. Amante de los riesgos, el joven lo ha dado todo para “dar el mejor show” poniendo voces distintas y arriesgando. “Me gusta el riesgo”, reconocía el joven de 26 años.
Así se lo dejaron ver los cuatro investigadores Javier Ambrossi, Javier Calvo, Ana Milán y Alaska. Los cuatro, que acertaron casi de pleno, le felicitaron por su paso por el programa, en el que ha dejado claro que “eres una súper estrella número 1. Eres mi máscara favorita de todas las ediciones”. Amante de los riesgos, el joven lo ha dado todo para “dar el mejor show” poniendo voces distintas y arriesgando.
Anoche volvía a dejar a todos boquiabiertos en la gran final con la interpretación de Stavin Alive de Bee Gees dejando claro que puede con todo lo que se le ponga y revelándose como el insecto “más marchoso de la temporada” tras protagonizar una de las actuaciones más espectaculares que se recuerdan en este espacio.
Abraham Mateo se impuso a Cobra, detrás de la que se ocultaba la actriz Adriana Hugarte, que quedó en segunda posición, mientras que la medalla de bronce fue para Tiburón, encarnado por el torero Manuel Díaz ‘El Cordobés’.