Los “tremendos desequilibrios” que acusa la plantilla de Navantia y el “agravio” y el “descontento” que acarrea esta situación entre los trabajadores pueden pasar factura seriamente a la carga de trabajo si la patronal no toma cartas en el asunto y regula unas condiciones laborales que están provocando incluso la fuga de trabajadores.
"Hay un goteo continuo” de trabajadores que dejan Navantia por unas condiciones laborales ligadas a un convenio colectivo que tienen que cambiar”Así lo ha advertido este martes el comité de empresa en una jornada en la que han querido visualizar su malestar con un paro de dos horas en todos los centros de trabajo de la compañía naval además de “forzar” a la empresa a negociar. La plantilla ha terminado la protesta concentrándose a las puertas del astillero de la antigua Bazán.
No será la primera acción ni la última a menos que la empresa cambie su postura. Denuncian el “total inmovilismo” por parte de la dirección en las negociaciones del segundo convenio colectivo que retomaron después de verano y que iniciaron en febrero después de que el vigente expirase en 2021.
Pese a que el objetivo que se plantearon fue tener aprobado el nuevo convenio antes de que finalice 2024, los representantes sindicales critican la “falta de avances” en unas conversaciones en las que la propuesta de la empresa es “insatisfactoria”, mientras urge garantizar la plantilla de cara al futuro. Un futuro “ambicioso” que podría tambalearse si no se toman medidas.
“La empresa tiene que estar a la altura, tiene que regular la falta de orden actual en las plantillas, ese descontento tiene que cambiar porque tenemos un futuro por delante muy ambicioso, pero para eso la plantilla tiene que conseguir resolver estos problemas”, apunta el presidente del comité, Fernando Zazpe. De lo contrario, tal y como avisa, “incluso la carga de trabajo podría tener un serio peligro”.
De hecho, Zazpe alerta de que el clima “no adecuado” que se vive en la plantilla desde hace meses se está traduciendo en un “goteo continuo” de trabajadores que dejan Navantia por unas condiciones laborales ligadas a un convenio colectivo que “tienen que cambiar”. En concreto, el representante sindical describe situaciones en las que "una gran cantidad de personal realiza tareas fuera de su responsabilidad, del contrato que han firmado".
Mientras tanto, la empresa en la negociación "ha puesto una serie de puntos sobre la mesa que entendemos que son insuficientes porque no responden a todo lo que estamos demandando y a los temas claves, como es el descontento que hay en la plantilla por el desequilibro y desigualdades que existen y que los ha creado la propia empresa a partir del primer convenio. Lo que tenemos que conseguir ahora es que el nuevo convenio cierre todos los aspectos que el anterior no pudo para que esta situación no vuelva a producirse”, añade.
A ello suman la incorporación de un sistema que permita “garantizar la plantilla en el futuro” y los contratos de relevos. “Esto implica problemas por todas partes”, recalca, y está provocando una situación que hace tres años era impensable: la marcha de nuevos técnicos formados y recién incorporados que se van “un día sí y otro también” debido a este contexto laboral. “No era una situación en absoluto que la conociéramos en Navantia”, critica el presidente del comité, que reivindica también un sistema de promoción transparente, con una escala de puestos de trabajos totalmente definida “como en cualquier otra empresa pública”.
No descartan "plantarse en Madrid"
Tampoco pasa por alto el comité de empresa la “cantidad de horas extras camufladas” a las que la dirección “tiene que dar una solución”: No se puede exigir a los trabajadores que trabajen gratuitamente cuando sea necesario sin ningún tipo de repercusión”, se queja.
En el seno del comité han insistido en que “si no tenemos unos recursos humanos necesarios”, se van a ver en una situación “muy peligrosa” a la hora de garantizar la productividad. ¿Cuántos trabajadores se necesitan? Calculan que en la Bahía de Cádiz deberían incorporarse al menos unos 850 empleados. “Para que nos hagamos una idea, normalmente se produce un trabajo inducido (industria auxiliar) de 3.000 personas y el presidente ( por Ricardo Domínguez] ha hablado de 6.000 para lo que viene”.
Zazpe también es consciente de la tendencia de la empresa a subcontratar, pero también deja claro que tienen prometidos 1.500 puestos de trabajo, y esa entrada de personal “tiene que venir sí o sí; es una promesa no nos la vamos a saltar”.
También ponen el foco en el papel del Gobierno central, al que quieren que se le haga llegar esta “inquietud” y no descartan, incluso, plantarse en Madrid, independientemente de que intensifiquen las protestas de ámbito local si las posturas siguen tan encontradas como hasta ahora. “No nos vale que cada vez que viene aquí los políticos se vanaglorien de lo bien que se trabaja en la Bahía y cuando hay que hablar de un convenio se olvidan de los trabajadores. A eso hay que darle la vuelta”, sentencian.