El verano se acaba, y con él, esas largas charlas en la playa mientras se conversa sobre la vida, acompañadas de un buen refrigerio, por ejemplo, en un chiringuito. Precisamente, los chiringuitos de Camposoto ya hacen balance de lo que ha sido este atípico verano de 2024, marcado por el buen tiempo y la polémica en torno a la gran cantidad de fango que ha aparecido a raíz de los temporales.
Para
María José Bilbao, encargada del
Chiringuito Antonio en la pista 1, la temporada ha sido "rara". Aunque el tiempo y el viento de levante han sido benevolentes, la combinación de las condiciones de la playa y la situación económica ha afectado la afluencia de clientes. “No ha habido tanta gente como en otros años, a pesar de que se dice que ha habido mucho turismo en general”, señala. Con una plantilla de entre 14 y 15 trabajadores, el equipo ha logrado mantener el ritmo de trabajo, especialmente los fines de semana y festivos. No obstante, la gerencia reconoce que el verano de 2024 no ha sido tan fuerte como esperaban y este domingo cerrarán sus puertas.
En la pista 4,
Alicia Rubio, encargada de
Cactus Jack y del
Juanita Calamidad en la pista 6, expresa una valoración más crítica. Según Rubio, el estado de la playa en la zona donde están ubicados sus establecimientos, ha significado un obstáculo mayor y ha provocado que los clientes habituales se alejen. "Muchos venían a saludarnos, pero no se quedaban porque no podían bañarse aquí", explica. Aunque en agosto vieron algo más de afluencia, sobre todo de turistas, el balance general ha sido negativo, tanto en público como en ventas.
Rubio también señaló la falta de acción para regenerar la playa, un problema que afecta gravemente a su negocio y que espera que se solucione antes de la próxima temporada. Su equipo mantuvo entre 15 y 20 empleados, pero el cierre anticipado del
Juanita Calamidad el pasado 1 de septiembre —cuando lo habitual es alargar la temporada hasta mediados de mes, más aún teniendo en cuenta que abrieron más tarde debido a los problemas en la pista 6— refleja la difícil situación en esa parte de la playa. "El temporal fue en marzo. Desde entonces, hasta el inicio de la temporada a finales de mayo, hubo tiempo suficiente para actuar, pero no se hizo nada. De cara al año que viene, esto tiene que tener una solución", afirma Alicia Rubio. Al ser preguntada sobre si montarían el chiringuito en el verano de 2025 en estas mismas condiciones, se muestra cauta: "Acabamos de terminar, pero el balance ahora mismo no es positivo", concluye la gerente de Cactus Jack, que también terminará su temporada este domingo.
El Chiringuito Manito, el único que ha alargado la temporada hasta mediados de septiembre
Por otro lado,
Juan Rubio, del
Chiringuito Manito en la última pista de Camposoto, ofrece una perspectiva más optimista. Según él, su chiringuito ha tenido una buena temporada, en parte porque el área donde están ubicados no se vio tan afectada por el fango. "Hemos notado más afluencia de público que en años anteriores, probablemente porque muchas personas se desplazaron hacia esta zona para evitar las áreas afectadas", comenta. Rubio destacó que agosto fue el mes más fuerte, con un aumento significativo en el número de clientes en comparación con el año anterior. Con una plantilla de entre 12 y 14 empleados, el chiringuito ha mantenido su actividad sin necesidad de reducir personal, y de los cuatro chiringuitos, a pesar de las previsiones bajas que se esperan en el último mes del verano, seguirá abierto hasta el 15 de septiembre.
En general, los responsables de los chiringuitos de Camposoto coinciden en que las condiciones de la playa, especialmente el fango, y la situación económica han marcado esta temporada. Algunos, como el
Chiringuito Manito, lograron sacar provecho del desplazamiento de bañistas, mientras que otros, como
Cactus Jack y
Juanita Calamidad, han enfrentado más dificultades.
La conclusión que sacan los hosteleros es clara: para que la próxima temporada sea más positiva, esperan una acción más decidida en la regeneración de la playa. Mientras tanto, celebran haber superado un verano lleno de retos.