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Inma Lara y su grupo, una mezcla de veteranía y juventud sinónimo de espectáculo

La artista isleña regresa a los escenarios y lo hace de la mano de talentos emergentes que le han hecho recuperar la ilusión

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  • Inma Lara con su grupo. -

Dicen que el que tuvo, retuvo y la artista isleña Inma Lara es un ejemplo de ello, ya que sigue manteniendo su tremendo vozarrón. Tras una etapa en la que ha estado alejada de los escenarios por cuestiones familiares, ha retomado su carrera con los mismos bríos junto a un grupo que mezcla juventud y veteranía y con el que está encantada.

Álvaro García El Palma y Mario a la guitarra, Cristina al teclado y Berto a la percusión, además de ser el que se encarga de las redes sociales, le acompañan en esta nueva aventura. De momento tiene el verano cargado de actuaciones, sobre todo por la zona de Conil y les encantaría poder actuar en su tierra.
La cañaílla recuerda sus orígenes en el mundo del cante. “Yo siempre he dicho que es un don con el que se nace. Desde pequeña siempre me ha gustado, sobre todo la copla, aunque luego me tiré un poco por el flamenco y en esa rebujina ando". Y recuerda como fue cabeza de cartel en muchas de las numerosas verbenas que había en La Isla, "donde me conocían como la Pantojita de La Isla”.

Berto habla sobre la formación de este grupo de nuevo cuño. “Nace porque Manolo García, un gran guitarrista de aquí de La Isla, lo formó tras hablar con el padre de Inma Lara. Quería que resurgiera, tras varios años de descanso, y él encontró los músicos, creamos el repertorio...”.

 

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Inma Lara analiza precisamente de ese parón que ha sufrido. “Ante todo soy madre, mi marido siempre está trabajando fuera y tenía que hacer ese papel. También la vida te da muchos palos, tiras para adelante y se te quitan las ganas..., ahí hubo parón. Posteriormente decidí salir fuera y me dediqué otra vez a cantar por Málaga y más para allá de Despeñaperros. Aquí dejé de cantar porque pienso que tampoco pagan lo que se tiene que pagar. Luego me metí en el Conservatorio y tuve la oportunidad de conocer a Quique Bustos, fuimos haciendo con la orquesta del Conservatorio un programa que llevamos hasta Moscú. Cuando regresé tuve a mi niña la pequeña y de nuevo me dediqué al papel de madre. Ya mi niña ha cumplido doce años y, como dice Berto, conocí a Manolo, que nos dio el empujón”.

La isleña habla de esa mezcla de veteranía y juventud que tiene el grupo. “Se nota mucho la juventud en las ganas. Ellos se mueven mucho más que yo, tienen muchas ganas de trabajar, de ir de un sitio para otro. Son ellos los que empujan más a mí que yo a ellos”. De hecho, más allá de lo que están haciendo en la actualidad tienen en mente sacar un grupo de villancicos para las Navidades.

Berto también habla de lo que para ellos está suponiendo trabajar con alguien de la experiencia y el empaque de Inma Lara. “Yo fui el último en llegar y la verdad es que me encontré un grupo variopinto en el sentido bueno de la palabra. Teníamos por el lado de la guitarra, que es la base del flamenco, a gente joven. Cristina y yo que somos más o menos de la misma quinta, y luego está Inma. Se ha formado ahí un grupo muy bueno. A mi cuando me llamó Manolo y me propuso trabajar con Inma, obviamente me puse a investigar un poco y en la primera actuación que tuvimos en El Plumero, cuando leyeron su trayectoria, me quedé rendido ante todo lo que había hecho. Me pasó una cosa muy curiosa, porque sentía respeto y a la vez orgullo de pertenecer a un grupo con su nombre”.

Va a más y señala que “cuando actuamos y ves de frente al público, sus caras, los móviles grabando..., que están boquiabiertos. Yo llevo tocando trece años y nunca me había pasado eso”.

Inma Lara cree que la clave es “no creérselo”, y añade que “nuestro espectáculo a la gente le gusta. Eso de que al final el público se te acerque, te dé la enhorabuena, se haga fotos contigo, te pida una tarjeta para contratos..., yo la verdad es que nunca he terminado de creérmelo y mi familia siempre me recrimina que yo creo que no canto. Me considero una más”.

Una de las claves de sus actuaciones no es solo el cante, sino que es un espectáculo completo en el que se interactúa con el público, hay risas y ella se acerca con el micrófono a los que van a verla. “He hecho cantar hasta a un inglés”, indica Inma, y Berto añade que “ella, además de que canta para rabiar, la particularidad que tiene es que interactúa con el público y lo hace partícipe. Eso es lo importante de cualquier grupo, ya que al final si lo único que haces es cantar una detrás de otra...”.      

Álvaro García El Palma, uno de los que aporta esa savia nueva, describe cómo está viviendo la experiencia. “Sinceramente es lo mejor que me ha podido pasar, es una oportunidad de oro. Yo antes tocaba la guitarra, tenía mis bolos, pero siempre he dicho que lo que más me gusta es acompañar al cante, al cante flamenco. Y claro me llegó Manolo García y me comentó lo del grupo. Me dijo que escuchara a Inma y cuando lo hice y vi que cantaba flamenco no me lo pensé. Empecé a trabajar con ella y es lo mejor que me ha pasado”.

La isleña destaca que tanto Álvaro como Mario, los dos benjamines del grupo, tienen “muchas ganas” de trabajar, y lo demuestran en el hecho de que “no están en el grupo por conveniencia, no les importa lo que cobren o dejen de cobrar por actuar”.

Berto añade que “los cuatro músicos que somos formamos una mezcla muy rara. Mario, por ejemplo, que es el más pequeño, le falta experiencia pero sus ganas son brutales. En el caso de Álvaro es lo más flamenco que te puedes echar a la cara. A Cristina le gusta algo menos el flamenco, ya que sobre todo toca amenizando en hoteles.  Yo soy más abierto a todos los estilos. Entonces toda esa mezcla y el vozarrón que tiene Inma se crea un grupo muy bueno, diferente”. 

Tienen una espinita y que les encantaría cantar en su tierra, La Isla, en alguna ocasión más antes de acabar el verano. “Ojalá nos llamen, no nos importaría entrar a última hora en alguna de las actuaciones de La Isla Ciudad Flamenca”, señala Inma Lara en un claro guiño a los organizadores. De todas formas, estarán en San Fernando el 15 de agosto en el Templo Azulino. Además se pueden ver por Conil en el Chiringuito de Juan o La casa inquieta.

La artista habla sobre lo mejor que le ha dado la música. “El mundo del cante es muy bonito. A mí me gusta sentirlo y vivirlo cuando lo veo desde encima del escenario, ya luego cuando te bajas es un poco más difícil. Tener que tratar con el personal,  hay gente buena, gente patosa, algo que yo creo que también provocó en su momento que yo me echase para atrás”.

¿Qué es lo que más le gusta de Inma Lara? Berto afirma que “a quién quieres más a papá o a mamá. Lo palos que más me gustan del flamenco son las colombianas y los tangos, además de las alegrías porque yo soy de Cádiz. Pero, por ejemplo, en la última actuación que tuvimos en Conil el fandango que ella hace sin micro al final,  me quedo embobado. La más grande ha sido una y eso es innegable, pero si Inma Lara no ha estado ahí, le ha faltado poco. Me recuerda mucho a Rocío Jurado y a María Jiménez, que son dos grandes de nuestra historia. Yo se lo digo muchas veces,  me tiene enamorado como persona y como artista”.

Álvaro García lo tiene claro también. “Yo tiro más siempre para el flamenco y no escucho copla, pero la escucho a ella hacerlo y me quedo embobado también. Tiene mucho arte”.

Y la propia Inma Lara habla sobre qué es lo que más le gusta hacer arriba de un escenario. “A mi gusta el flamenco pero más alegre; los tangos, las alegrías, las rumbas con su baile, pero yo me quedo más con el estilo de María Jiménez”.

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