A las 19.45 horas se abrían las puertas de la Iglesia Conventual del Carmen para iniciar la procesión de alabanzas de la Santísima Virgen del Carmen, con la que se ponía fin a nueve días de cultos y devoción por parte de su hermandad y de todo el pueblo de San Fernando.
En la Alameda del Carmen le esperaba una alfombra de sal, que recorría buena parte de la plaza, realizada por los jóvenes cofrades de diferentes hermandades, que el cortejo procuraba no pisar para que fuese el paso de la Patrona isleña el primero en recorrerla.
En el cortejo estaban representadas algunas hermandades isleñas, así como la corte de Salineras de la Feria, representantes de la Corporación Municipal y también autoridades militares.
La llegada a su barrio se vuelve cada año más multitudinaria y a los magníficos sones de la banda que le acompaña, Maestro Agripino Lozano, fue recorriendo las calles hasta llegar a la que lleva su nombre. Como cada año esta calle se vuelca con la Patrona isleña, adornando sus fachadas y sucediéndose varias petaladas a su paso. La Virgen volvió el paso frente a las casas de algunos vecinos, momentos que se tornan muy emotivos para los que los pueden contemplar.
A los sones de la Salve Marinera, rozando las 00.30 horas, la Virgen del Carmen se recogía ante una plaza abarrotada de público que la acompañaba desde su salida.
