¿Se imaginan que cada dos meses vinieran a San Fernando unas cinco o seis mil personas? Pues eso ocurría hasta principios de los años 2000, cuando españoles de todos los puntos venían aquí a hacer la mili en el Cuartel de Instrucción de Marinería. Era La Isla del Sancho Panza, de la Dulcinea, de La Maestranza, con esos bocadillos gigantes. De los paseos por la Alameda a la calle Rosario cuando tenían francorías. La Isla de 'Cateto a babor', que se queda en el recuerdo, que quedará grabada en la memoria colectiva de los cañaíllas que lo vivieron.

Finalmente, en 2001, el Gobierno puso fin al servicio militar obligatorio y optó por unas Fuerzas Armadas profesionales, cerrando el cuartel.

Si pasea por la zona de los cuarteles hoy en día, encontrará la fachada, la cual ha sido conservada gracias a la Ley de Patrimonio Histórico.