Desde contestar un correo de un promotor a cerrar un contrato con un Ayuntamiento. El cantante gaditano Fran Ocaña asegura que, hoy día, como él, muchos artistas han decidido encauzar su carrera “trabajando en todos sus aspectos, sin depender de nadie”, y con ese espíritu está inmerso en la grabación de su nuevo disco,
De caracolas.
Lo explica en una entrevista con EFE este artista que nació en 1985 en San Fernando (Cádiz) en el seno de una familia humilde y heredera de una gran tradición musical, con vínculos muy cercanos a los nombres más ilustres del flamenco contemporáneo, como Camarón de la Isla, Rancapino o Chano Lobato.
De hecho, Fran defiende, sobre todo, que viene “del flamenco más puro”, y recuerda que debutó en un escenario a los cuatro años con el tema S
oy Gitano, su particular homenaje a Camarón, y entre los sueños que ha cumplido en su carrera está haber sido telonero de Miguel Poveda.
A día de hoy, Fran Ocaña ha decidido darle un giro tal a su carrera, de la que ha querido tomar sus riendas completamente, controlando todo para que nada sea fruto de la improvisación: “Controlo el correo, el teléfono, las llamadass de los ayuntamientos, los promotores…, y me he convertido en productor ejecutivo de mi carrera”, dentro de un escenario en el que “sigo luchando día tras día para conseguir mi objetivo”.
La vista puesta en noviembre
Si todo marcha conforme lo tiene previsto,
De Caracolas, del que ya hay un primer sencillo llamado
Mar de caracola, verá la luz el próximo noviembre, y lo editará, además, en formato físico aparte de ser un objetivo en las plataformas musicales, algo “de valientes”, admite, pero que, al final, es un nuevo reto para un cantante que con
La Flor más bonita ha superado las 18 millones de visualizaciones en YouTube.
Con
Mar de caracola, vuelve a sus orígenes, “incorporando nuevamente aires flamencos de mi tierra, así como sonidos árabes”, muy de actualidad en el panorama musical, once años después de iniciarse su trayectoria profesional con
Llegó la hora, pero todo el proceso de preparación del disco lo alterna con una gira que tiene fechas cerradas, como el próximo sábado, 27 de abril, en Valladolid, el 18 de mayo en Carmona (Sevilla) o el 5 de julio en Sanlúcar de Barrameda (Cádiz).
A partir de ahí se le podrá ver en Paymogo (Huelva), Cristina (Badajoz), Algarrobo (Málaga), Aljaraque (Huelva), otra vez en Sanlúcar de Barrameda, Carratraca (Málaga), Chiclana de la Frontera (Cádiz) o Sevilla, donde, a falta de cerrar nuevas fechas, actuará el 8 de diciembre en el Teatro Los Remedios.
Es una lista extensa, que puede ir creciendo, aunque recuerda que el año que publicó
La Flor más bonita hizo una gira de más de 70 conciertos por toda España, de modo que la carretera y los escenarios no le son desconocidos.
Feliz de volver a sus raíces
Con todo, Fran Ocaña se muestra feliz de volver a sus raíces, porque “me he involucrado mucho en fandangos, soleá o malagueña, pero realmente lo dejé un poco apartado cuando era más joven, a los 14 o 15 años”, y ahora se embarca en lo que define como “un flamenquito más actual, y destaca también que está grabando con “músicos reales”, sin recurrir a ordenadores para contar en sus temas con guitarra, percusión o batería.
Mar de Caracola, que ha sido compuesta por el almeriense Pakillo Cortés y producida por el productor Aitor Moya, es el adelanto de un trabajo que está compuesto por doce temas que se podrá escuchar por completo antes de Navidad, y en el que está depositando todas sus energías un cantante que tiene claro que todo ha cambiado en el mundo de la música, incluso la forma de gestionarla desde sus tripas y hacia el exterior.