El nuevo comité de empresa de Navantia ha comparecido este viernes ante los medios de comunicación para expresar su preocupación por la falta de trabajo en los astilleros. Este hecho, junto con el estancamiento en las negociaciones del nuevo convenio colectivo que está en curso, podría desembocar en movilizaciones en todos los centros de Navantia en las próximas semanas.
El primer convenio colectivo ha concluido su período de vigencia de cuatro años y se encuentra en período de ultraactividad, el cual no está reconocido por la empresa. Las negociaciones con la directiva, que comenzaron a principios de 2023, están varadas. "Las negociaciones del segundo convenio empezaron con retraso y sin acuerdo, debido a que no se han solucionado los incumplimientos del primero. Desde su implementación hace más de seis años, hay temas esenciales que nunca se han efectuado", señalan desde el comité. Por ello,
la plantilla votó masivamente en contra de la propuesta de prórroga.
Las negociaciones fueron reanudadas en febrero por el nuevo comité de empresa, que
enfrenta su primer gran desafío desde su llegada en enero. Las propuestas para el nuevo convenio aún no han recibido respuesta y
las posturas de ambas partes están muy distantes. "Temas esenciales como promociones, reclasificación, homogeneización de salarios y complementos para toda la plantilla de Navantia están lejos de los objetivos. El telón de fondo sigue siendo la disponibilidad económica declarada por la dirección, totalmente insuficiente para lograr que Navantia sea una empresa competitiva y atractiva que genere riqueza y empleo digno en la Bahía de Cádiz y en el resto de centros de Navantia. Estamos evaluando si la información proporcionada por la dirección a la mesa de negociación cumple con la obligación legal de proporcionar los medios e información suficientes para una negociación equitativa", declaran.
"Se está perdiendo el atractivo como empresa para que la gente quiera entrar a trabajar en Navantia", declara José Esteban Cruz, presidente del comité de empresa
Por otra parte, el comité también critica el control y la "dependencia" que la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (principal accionista de la empresa) ejerce sobre la compañía, y
solicitan más autonomía. "A nivel político, algo tiene que cambiar desde SEPI. Por muchos acuerdos a los que queramos llegar, si no hay autorización del Gobierno, los temas siguen bloqueados. Desde 2021 estamos sin convenio y la excusa siempre es la misma", comenta Francisco Molina, miembro del comité de empresa.
Ausencia de contratos
A toda esa inestabilidad se suma la falta de carga de trabajo que enfrenta la factoría en la actualidad. Recientemente, se completó la construcción de las corbetas para Arabia Saudí, y
el patrullero de altura para Marruecos que se está desarrollando "se queda corto". "El patrullero tiene una longitud de 70 metros de eslora. Se supone que eso son 31 meses de trabajo, pero es muy insuficiente. Se está perdiendo el atractivo como empresa para que la gente quiera entrar a trabajar en Navantia. Siempre está la inquietud por el volumen de trabajo", declara José Esteban Cruz, presidente del comité de empresa.
Ante la posibilidad de construir buques para Angola o la previsión de un programa de cinco buques para la Royal Saudi Naval Force y los dos buques hidrográficos para la Armada española, Cruz, que ha comparecido por primera vez ante los medios como presidente, se muestra escéptico.
"Lo que te digan o cuenten no sirve, la plantilla está intranquila. Así no se puede trabajar dignamente", señala.
El comité avisa que si persiste el "inmovilismo", organizará un calendario de protestas en todos los centros. "Estamos a la espera de que la dirección de la empresa convoque al comité intercentros (no sabemos si será la próxima semana o la siguiente). Según lo que nos comuniquen, si observamos que no hay avances, continuaremos con las movilizaciones de manera escalonada", advierten.