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Lunes 13/05/2024  

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Aire acondicionado, barajas nuevas y ventanales, prioridades antes que una calle

El presidente de los detallistas del Mercado, Raúl Serván, critica al ex concejal Fernando León y dice que hay sintonía con el gobierno para varios proyectos

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El presidente de los detallistas del Mercado Central de Abastos, Raúl Serván Amores, ha mostrado la “indignación” del gremio al que representa con las declaraciones del ex concejal socialista, Fernando León, en el programa Un café entre amigos de 7TV San Fernando en las que venía a pedirles que “arriesgaran” un poco más y “más iniciativa” para tratar de revertir la situación por la que atraviesan las dependencias municipales.

Serván Amores considera que “el hombre lo habrá hecho de buena fe, pero creemos que con lo que dice lo que hace es echar más piedras en el tejado y hacernos más daño a los 25 ó 26 padres de familia que estamos aquí. Creo que tiene bastante desconocimiento de causa y da la sensación de que lleva bastante tiempo sin pisar esta zona, ni los alrededores”.

El presidente de los detallistas asegura que “el mercado no está muerto, don Fernando, está muerta España. La crisis es general. En sus declaraciones magnifica a Chiclana y los pone como si fueran los inventores de los mercados. Chiclana simplemente lo que tiene es que su población se cuadriplica en los meses de verano, que no son tres sino cinco, y se triplica en todos los festivos del año. Tienen unos complejos que les permiten tener un montón de turismo, cosa que no tenemos en San Fernando. A lo mejor cuando fue concejal podría haber luchado un poco más precisamente por eso, que esta ciudad tuviese un complejo turístico”.

“Nosotros no le llegamos ni al diez por ciento de lo que tienen ellos, o sea, que es lógico que le funcione el mercado y todos los alrededores”, apunta Raúl Serván, quien añade que “cuando usted quiera le invito a tomar un café y unos churros, que dice usted que aquí no existen, y no es que no existan, sino que tenemos los mejores de Andalucía. Aquí mismo, a diez metros del mercado. Y además hay seis o siete bares de cafetería y hostelería pegados a las puertas del mercado. O sea, que aquí se puede también venir a tomar una cerveza o un chicharrón, al que por cierto le invito a probar de los míos que también son los mejores, y para comprar un marisco cocido y comérselo en el momento”.

Con respecto a los proyectos que León anunció para el Mercado Central como la apertura de una calle entre la nave principal y la antigua pescadería, o la apertura hacia la calle del escaparate de algunos negocios, el presidente de los detallistas afirma “desconocerlos”, y “es algo que me extraña porque llevamos más de diez años de negociaciones sobre cuestiones del mercado, que incluso son más urgentes que las que usted ha dado a conocer”.

“Esa calle de la que se habla que se pretende abrir es la calle Mojarrita. He hablado con mi delegado de Mercado sobre esa cuestión y me dice que es verdad que se están pensando muchas cosas, pero que son simples pensamientos. Hay prioridad en muchas cosas como es el caso del aire acondicionado, que lleva enquistado desde hace años. Un aire que estamos pagando los detallistas sin tenerlo”, apostilla Serván.

Además, ha enumerado otros proyectos que ya se han licitado y a las puertas de hacerse, como “una zona que tenemos hay de pladur, que se quedó obsoleta y llena de escombros. Eso está proyectado quitarlo, algo que es mucho más urgente que abrir esa calle o montar otra cantina”.

Serván Amores asegura que “el Mercado sólo se regenera y funciona si tanto usted, que estaba ahí sentado en la mesa, como Juana Márquez, Ibáñez Haro y Paqui Rivero se pasan por él. Así es como se hace la fuerza, uniéndose y no mirando qué se puede hacer desde la ignorancia”.

Por último, el presidente de los detallistas del Mercado prioriza los proyectos que urgen para las instalaciones como son el aire acondicionado a dos meses vista del verano o darle viabilidad a los puestos que están vacíos, contemplándose la opción incluso de derribarlos, hacer calles y que el Mercado tenga más luminosidad.

También cambiar muchas de las actuales barajas, que tienen 30 años y se tienen que levantar a pulso todos los días a las cinco de la mañana. La intención es la de automatizarlas como las de los puestos de pescadería. Y, por último, lo que ya ha reseñado con anterioridad de quitar el pladur y hacer ventanales con visibilidad hacia la calle.

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