Un vídeo que circula por las redes, en el cual se muestra a una persona a la altura de la rotonda de Bahía Sur en un patinete eléctrico realizando un transporte y utilizando la carretera como si fuera un vehículo, ha provocado el asombro y las risas de muchos cañaíllas. 

 


El vídeo, además de ser una oda contra las normas de seguridad vial, tiene muchos aspectos que merecen ser comentados. La valentía y el equilibrio de este individuo, que parece no temer por su propia vida ni por la multa de los agentes, no deben ser obviados por las empresas de transporte de la Bahía de Cádiz: ahí tienen a su hombre. Si la marca del patín quiere, tiene la publicidad gratuita de su vida. Por mucho que se vea, resulta difícil explicar cómo ha sido capaz de convertir el patinete en una carpintería andante y que haya conseguido avanzar. En fin, San Fernando y sus personajes -en el buen sentido de la palabra- no dejan de sorprender.