Pronto te has ido Manuel, pronto y sin avisar.
Sin avisar pero dejando tras de ti un bonito legado.
Trabajaste durante más de 40 años para que todos fuésemos hijos de un mismo Dios, para que todos tuviésemos el mismo trato, las mismas oportunidades, los mismos derechos, trabajaste por la igualdad de las personas diferentes, por su integración en una sociedad que los tenía apartados, peleaste por hacerles ver a políticos de la necesidad de visibilizar un problema que hasta entonces estaba oculto, luchaste por normalizar sus vidas y también las de sus familiares, y no lo hiciste solo para mejorar la vida de los niños de La Isla, ya que proyectaste tu trabajo allí donde te lo requirieron, que fue en toda España.
Hoy, mal acostumbrados como estamos, pensamos que aquel fue un derecho que nos vino por intervención divina, que todo se alcanzó en una mañana, o que la sensible administración pública se encargó de solventar este problema desde el primer momento y hasta hoy, pero desafortunadamente aquello no fue así ni mucho menos.
No podemos dejar caer en el olvido el gran trabajo que hiciste tanto tú, José Manuel, como tantos padres pioneros que se enfrentaron a aquel gran desafío que supuso decir; mi hijo tiene los mismos derechos que el tuyo.
Gracias a vosotros empezó a haber diagnóstico médico, tratamiento terapéutico, especialistas en la materia, colonias de verano para descansar, competiciones deportivas, etc ..., pero, sobre todo, una Ley que ayudase a normalizar algo que hasta entoces era considerado como una "anomalia".
Hoy, por fortuna, todo lo anterior está conseguido gracias a vuestro esfuerzo, a vuestro tesón, a vuestra perseverancia, y nos habéis dejado una huella que este pueblo y que esta sociedad no debe ni desconocer, ni olvidar.
Gracias a vosotros ya no existen hijos de un dios menor.
Hasta siempre amigo, te echamos de menos bajo la sombra del Moral.
Firmado: Tus amigos del Moral