600 días han pasado desde que se iniciaron las obras del futuro Parque de La Magdalena sin que, por el momento, se atisbe un plazo exacto de cuándo se retomarán las obras, tras el necesario modificado del proyecto y, por ende, cuando estarán acabadas.
Todo ello hace que se haya convertido en un paraje inhóspito a la entrada de San Fernando y, lo más grave, lo que denuncia el presidente de la AVV La Magdalena:
un sitio de “contrabando y trapicheo” aprovechando que la zona está vallada.
“Se ha convertido en una zona de riesgo y la presencia policial es constante por aquí”, afirma Manuel Lobato a 7TV San Fernando, quien ve “absurdo” que el vallado siga puesto mientras que no se retoma la obra. “Podría estar abierto perfectamente al público y, sin embargo, estamos aquí sin aparcamientos, la zona verde prometida…”.
Lobato afirma que la última reunión con el Gobierno local fue en el año 2022, pero desde entonces “nada de nada”. “
Aquí no ha venido nadie a darnos explicaciones, estamos como el principio”.
Cierre de negocios
Otro de los aspectos negativos que encierra el estado de La Magdalena es la situación que están viviendo los negocios que se encuentran en la zona. Es el caso de Manuel Calderón, que ya vivió algo similar cuando tuvo que trasladar su comercio de la zona del Castillo de San Romualdo a la Magdalena debido a las obras del tranvía. Asegura que “
el 80 por ciento de los negocios que en su día nos tuvimos que trasladar ya hoy día no existen. No hemos aprendido de aquello, nos han dejado otra vez a los pies de los caballos”.
Y añade que “no nos dan ninguna solución. Es un proyecto que cuando al principio tuvimos noticias de él, pensábamos que se iba a ejecutar con diligencia y lo único que nos hemos encontrado son mentiras tras mentiras. 600 días soportando esta situación de oscurantismo”.
Por su parte Andrés Barba, propietario de una pescadería, no centra ni siquiera su crítica en las obras y su parálisis, sino que
lo único que pide es una reorganización del tramo de la Ronda del Estero que colinda con la misma. “No sé el tiempo que hace que no se pinta una raya amarilla. Sólo pido que se organice todo un poco, que pongan los contenedores donde tienen que ir los contenedores, zonas de aparcamientos para personas con movilidad reducida, la zona de autobuses, reponer señales de tráfico que han desaparecido, vados de carga y descarga”.
Llegados a este punto, este empresario isleño hace una petición al Gobierno local a la espera de que se retomen o no las obras. “Nosotros ya hemos perdido a los clientes que venían, aparcaban ahí enfrente y nos compraban, además de los que venían con el mercadillo. Lo único es que con el mismo presupuesto que usaban para pasar el rulo y aplanarlo todo cuando venía la Feria, lo hagan ahora y
al menos ganemos unos 300 aparcamientos. Sólo eso”.