Que San Fernando se ha convertido en epicentro de las estafas informáticos es una realidad más que palpable, lo corroboran año tras año las estadísticas sobre infracciones penales que elabora el Ministerio del Interior.

En este sentido, en los últimos nueve años la escalada de ciberdelitos con su origen en la localidad isleña ha sido una constante y así se refleja en una información que este miércoles publica el periódico El País, donde se recoge que la Comisaría de San Fernando ha pasado de tener cuatro agentes a once investigadores dedicados a los delitos informáticos.

De hecho, y según el medio nacional, cada año se desarrollan en torno a diez investigaciones al año en la localidad isleña relacionadas con este tipo de delitos. Y los datos en los dos últimos años y nueve meses indican que en San Fernando se han detenido a 165 personas relacionadas con delitos informáticos y se han practicado 40 registros.

Las centenares denuncias que se reciben en la Comisaría de San Fernando por ciberdelitos llegan desde todos puntos de España por parte de los Mossos de’Esquadra, Ertzaintza, Policía Foral de Navarra o la Guardia Civil.

Se trata de estafas cada vez más elaboradas y casi siempre tienen como punto de partida la venta on line, donde habitualmente los timadores se dedican a la compraventa de vehículos o de productos de tecnología, aunque incluso se han llegado a vender cachorros de perros.

De Abel al ‘Zacha’  

El perfil de los ciberdelicuentes, según se relata en el citado artículo, es el de jóvenes corrientes enganchados o no a sustancias estupefacientes que lo que quieren es lograr dinero por la vía rápida, sin tener en cuenta las consecuencias, pero que tampoco hacen grandes ostentaciones más allá de algo de oro. En el año 2015 todo empezó con Abel, que creó una red de colaboradores por internet y que dejó cerca de 800 afectados. Tras detenerlo hace cinco años dejó tras de sí a numerosos ciberdelincuentes que heredaron el negocio. La última de las detenciones se ha producido hace escasos con C.Z. El Zacha, que procedía de estafas digitales anteriores y en el mismo operativo de detuvo a su novia.

Incluso durante este recorrido de ciberdelicuencia destaca un menor detenido en febrero del pasado año que realizó clonaciones de webs de bancos, o la madre y sus dos hijos detenidos recientemente por vender hasta 186 tarjetas de móvil a otros delincuentes.

Desde la Comisaría de San Fernando se espera que la situación empiece a remitir cuando empiecen a caer condenas, pero en el caso de que la situación siga igual ya están preparados.