Lo anunció la alcaldesa isleña, Patricia Cavada, hace unos días en el desayuno navideño con los medios de comunicación: la intención del Gobierno local de poner en marcha en 2024 un programa que atraiga a grandes cadenas para instalar sucursales en el Centro Comercial Abierto.

¿Se cumplirán las expectativas del Gobierno local¿ ¿Genera el centro de la localidad el interés de estas firmas de primer nivel? San Fernando Información ha querido conocer de primera mano y a través de un experto en la materia si realmente y en un futuro no demasiado lejano, se verá cumplido ese deseo del Gobierno local.

Se trata de Fran Cobreros, un experto en retail y locales comerciales, que en su día entre 2004 y 2008 apostó por San Fernando y gestionó el desembarco de muchos de estas cadenas entre San Rafael y Rosario. Hasta tres de la firma Inditex (Kiddy Class, Stradivarius y Lefties) abrieron sus puertas en aquella época, pero hoy día ya no existen. Bodybell, Dentix, Modas Encuentro y Game también llegaron de la mano este empresario sevillano, de las que a día de hoy solo se mantienen abiertas las dos últimas.

Pero, ¿cuáles han sido los motivos de estos cierres? Cobreros afirma que “en el caso de Inditex, que es la que ha marcado siempre las pautas en el comercio del mundo minorista de este tipo de calles de primer nivel, ha optado por tener menos tiendas pero más rentables. En el caso de San Fernando decidió cerrar las tiendas de estas calles y potenciar las del Centro Comercial de Bahía Sur. Es decir, no es un problema de San Fernando, sino de la propia política de la marca”. 

Señala que en los últimos meses ha estado trabajando para introducir dos firmas multinacionales de primer orden en el centro, “pero de momento lo han dejado todo paralizado. Están a la espera de saber qué pasa con la ampliación del polígono de Tres Caminos”.

Bahía Sur, hándicap

Fran Cobreros no se muerde la lengua al hablar del lastre que para el desembarco de marcas grandes en el centro de la ciudad supone la presencia del centro comercial de Bahía Sur. “Es potente y se convierte en la principal causa de que las firmas no se instalen en las calles de La Isla. El paso de la gente por el centro es importante y sorprende, pero las firmas prefieren abrir unidades en el centro comercial, pese a pagar rentas más altas”.
El empresario tiene claro que “si vuelven a aparecer marcas en el centro se beneficiarán los comerciantes, pequeños negocios y los propietarios particulares de los locales comerciales, frente a los grandes tenedores de inmuebles como son los propietarios de los centros comerciales”.

¿Hay solución?

Cobreros considera que una de las claves para tratar de revertir la situación es que desde lo municipal se impulsen iniciativas, pero colaborando de “manera estrecha” con los comerciantes e incluso con los propietarios de los inmuebles. De hecho, destaca el slogan acuñado por la alcaldesa de San Fernando de que se convierta en la Ciudad de los Eventos.

Sobre este particular, indica que “veo a la alcaldesa muy ilusionada con este proyecto y lo celebro. Eso hay que seguir potenciándolo. Vengo del mundo de los supermercados donde nuestro objetivo era hacer de la tienda una fiesta todos los días. Algo así podría proponerse para las calles de La Isla, con iniciativas imaginativas como que a los clientes se les den bonos de consumo en las tiendas del centro, tómbolas, rifas, revistas del centro comercial abierto con ventajas para los consumidores, etc.”.



Otro de los puntos positivos para el experto en retail es la decoración y el aspecto de las calles, algo que es fundamental. “Recientemente he visto que se han cambiado las jardineras del centro y eso es de destacar”, apostilla.

Patrimonio

Fran Cobreros considera que hay otras medidas que son primordiales si se quiere despegar con la implantación de grandes cadenas en el centro. Entiende que es importante proteger el patrimonio, pero “lo que tiene valor y para decidir qué tiene valor hay que tener un poco de sentido común”.

Y añade que “no tiene sentido que los bajos comerciales de muchos inmuebles no protegidos tengan que mantener los huecos de las plantas de arriba. Hay que favorecer al comercio permitiendo que se pueden abrir escaparates grandes y atractivos, en lo posible, y lo digo con todas las cautelas”, a la vez que entiende que “tampoco tiene sentido que se tengan que respetar patios interiores sin ningún valor y que hacen imposible implantar un negocio”.

Evitar que la tramitación de licencias se conviertan en una odisea, además de ser flexibles y suavizar las condiciones para abrir un negocio en lo posible son otras dos condiciones que Cobreros considera claves para que el centro se haga atractivo de cara a la llegada de estas firmas de primer nivel.

Tráfico por la calle Real

El empresario sevillano también ha hablado sobre la llegada del tranvía y en qué puede afectar a las futuras intenciones del Gobierno local para con el centro comercial. “Creo que la peatonalización de la calle Real, que es la arteria principal y crucial de comunicación en la ciudad, no ha sido tan beneficiosa. Yo siempre pensaba que las calles que se peatonalizaban como mínimo se quedaban o mejoraban comercialmente, pero el efecto en este caso ha sido que se ha dificultado el acceso a las calles del centro por parte de los visitante. Además, la calle Real la veo algo desangelada y fría. Si se pudiera restablecer el tráfico rodado por la calle Real, yo lo haría”.

Su paso por La Isla

El empresario sevillano recuerda cómo fue su paso por San Fernando durante esos cinco años. “Fue una apuesta importante la que hicimos en los años de bonanza económica y nos encontramos con muchas trabas, sobre todo con las protecciones de los inmuebles. En aquella etapa Patrimonio dependía de Cádiz, y eran realmente desesperantes los cambios de criterios y la imposibilidad de poder implantar un negocio en locales con poco valor patrimonial, pero que en Cádiz te obligaban a respetar requisitos que no tenían sentido, anulando la viabilidad del proyecto”, y añade que “era realmente desalentador el que tuvieras una firma interesada en un local grande, ir a Cádiz para proponer una propuesta razonable y que el funcionario te exigiera requisitos interiores en dicho proyecto que lo anulaban y que, sin embargo, no suponían ninguna ventaja para al patrimonio de la ciudad. Lo veíamos demasiado arbitrario y, de hecho, paralizamos la expansión en locales grandes porque nos veíamos en manos de ellos, que actuaban en ocasiones con criterios cambiantes y con poco sentido”.

Su momento más duro fue “cuando tenía compromiso con Inditex para implantar la marca Lefties en la calle San Rafael y no era posible con la normativa vigente en ese momento, con lo que había que conseguir que siguiera adelante el Peprich, cosa que a la postre se consiguió”.

El mejor momento
Y el más feliz de su etapa empresarial que recuerda fue cuando “invitábamos a las calles del centro a ejecutivos de las marcas comerciales entres los años 2004 y 2008. Lo hacíamos sobre las siete de la tarde, que era cuando había mas afluencia de público en las calles, y dichos ejecutivos se quedaban embaucados con el alto paso de personas, consiguiendo convencerles de que se implantaran en La Isla. Recuerdo a uno que me dijo literalmente que si había traído a toda mi familia y amigos, que de donde salía tanta gente”.