En la mañana del sábado se han entregado los restos fósiles encontrados en la fosa común del cementerio de San Fernando a los familiares de Manuel Barbacil Mejuto, Juan Valverde Colón y Francisco Baptista Florenza; represaliados y fusilados durante el franquismo. Al acto, que ha tenido lugar en el mismo enclave donde estuvieron olvidados durante años (el cementerio de La Isla), han acudido representantes de la Corporación Municipal y familiares.
La escena ha sido posible gracias a los duros trabajos realizados por la Asociación por la Recuperación de la Memoria Democrática, Social y Política de San Fernando (AMEDE), que recuperó los cuerpos el pasado mes de julio. Su presidenta, Ángeles Fernández Roldán, abrió la ronda de intervenciones. "Hoy es un día para estar feliz y orgulloso. Aunque nuestros corazones no dejan de tener un sabor agridulce por la impunidad que han tenido las personas que lo realizaron. Este día va dedicado a todos los familiares que no pudieron enterrar a sus familiares. No obstante, me quiero quedar con lo positivo; porque a pesar de todo y de todos, nunca hemos claudicado. Llegó el día de honrar a nuestros muertos; aquellos que se cubrieron de metal y de tierra clandestina: hoy se han cubierto de justicia y dignidad", declaró Ángeles Fernández, que aprovechó la ocasión para pedirle a la alcaldesa que construya un osario para que las personas no identificadas puedan ser homenajeadas; además de reclamar más apoyo en las excavaciones en las fosas que aún no han sido examinadas.
Carmen Baptista, familiar de Francisco Baptista, citó al poeta, Miguel Hernández, y agradeció a todos los que han hecho posible este emotivo reencuentro. "Madre: abismo de siempre, tierra de siempre: entrañas donde desembocando se unen todas las sangres: donde todos los huesos caídos se levantan: madre. Hoy se levantan estos huesos que han estado 87 años sin que nadie tuviera ni una flor ni una oración para ellos. Nosotros hoy le damos nuestro pobre recuerdo y cariño; me parece que es muy poco porque todavía hay mucho que hablar y decir", dijo muy emocionada.
El hijo de Juan Valverde, Francisco Valverde, resaltó que su padre fue asesinado a los 30 años por violentos que no coincidían con la suya. "Hemos necesitado 40 años de democracia para poder dignificar su muerte", comentó.
Eloy Barbacil, bisnieto de Manuel Barbacil Mejuto, fue el último de los familiares que declaró ante los presentes. "Gracias a haber podido participar como voluntario he podido descubrir cosas maravillosas", afirmó antes de leer un fragmento del libro de José Casado sobre su familia. Manuel Barbacil era un anciano digno, honrado y trabajador. Con la desaparición de los tres hombres principales de la familia, esta quedó diezmada, traumatizada para toda la vida. Explicar los sufrimientos y las calamidades que pasaron daría para escribir otro libro, leyó Eloy, en un discurso con tacto y sensible que conmovió a muchos de los allí presentes.
La alcaldesa, Patricia Cavada, cerró el acto afirmando que las familias de Juan, Francisco y Manuel han tardado demasiado tiempo en tener los restos de sus familiares en sus manos y reconociendo la labor de AMEDE. "Este tiempo ha corrido inexorablemente para las personas que se han ido antes de poder ver este momento. Nos cita la justicia, la reparación y la memoria. El olvido no tiene cabida en San Fernando. Una sociedad democrática sana debe grabar en su memoria para siempre a las personas que lucharon para conseguir de lo que disfrutamos a día de hoy. Esta mañana de noviembre se repara un daño y se conquista la dignidad", dijo la primera edil.
El homenaje de hoy es el primero de los dos actos que tendrán lugar este mes en San Fernando. El próximo 24 de noviembre, Cayetano Roldán, alcalde de La Isla asesinado durante el franquismo; y Eladio Barbacil, edil de la Corporación en la II República, serán ensalzados en el Ayuntamiento de San Fernando, que instalará una capilla ardiente en la sala capitular antes de su traslado al camposanto.