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Si caminito al estadio

4-4-2

Un repasito futbolero a la formación más conocida del mundo para un Cádiz que jugó su peor partido del año

Publicado: 17/09/2023 ·
22:51
· Actualizado: 17/09/2023 · 22:51
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  • Athletic-Cádiz. -
Autor

Carlos Natera

Cadista y periodista, en ese orden. Ahora dirige su propia agencia de comunicación. Lo malo es que lo hace desde Sevilla

Si caminito al estadio

Optimistas patológicos y derrotistas típicos están invitados a leer las opiniones cadistas del autor

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El 4-4-2 es la formación de formaciones en el fútbol profesional desde hace al menos 30 años. Es la idea más sencilla para transmitir a los jugadores ya que solo hay 3 líneas que ordenar: cuatro defensas, cuatro en medio y dos atacantes. En cualquier otra formación hay algún jugador entre líneas, alguien más atrasado o alguna otra disonancia o asimetría. En el 4-4-2 se potencia la sencillez, el fútbol de los conceptos básicos que siempre funcionan. Cuando un entrenador usa el 4-4-2 huye del fútbol de los pizarritas y se pone el mono de trabajo. Estos equipos se forman desde atrás, con una buena defensa. Sostienen el medio con la clásica dupla del fútbol antiguo: el centrocampista que defiende y hace el trabajo sucio con el que tiene las botas brillantes, la camiseta por dentro y crea juego con clase y carisma. Dos bandas que atacan y defienden por igual y dos puntas en paralelo para generar ocasiones, el más alto y grandullón acompañado por el pequeñito que corre.

En la Catedral este fin de semana el equipo no tenía presencia en el medio, cero en ataque y agujeros por doquier en defensa

Esto es fútbol en su lección número 1, por eso no es de extrañar que cuando un entrenador coge un equipo con necesidades a mitad de temporada recurre al 4-4-2 para remontar el vuelo. Ya sea por necesidades en la zona baja como para los equipos que pelean arriba. El 4-4-2 fue el descubrimiento de Xavi al final de la pasada temporada cuando entendió que 3 en el medio solo funcionaba contra los grandes de Europa si están los mejores Busquets, Iniesta y él mismo entre ellos. Por eso inventó lo que ya estaba inventado, los 4 en medio y un carrilero largo para rellenar el espacio que se liberaba al quitar a un extremo. El 4-4-2 es lo que afianzó Sergio cuando llegó tras la mala dinámica de Cervera. Apuntaló la defensa, que falta hacía, y puso en el centro a los jugadores a combinar en lugar de regalar la pelota a las primeras de cambio. Y funcionó, el Cádiz remontó y salvó la categoría. El 4-4-2 funcionó también el año pasado, una vez llegaron los refuerzos, y fue suficiente para salvarnos y asentar las bases de una futura temporada.

Si hablo tanto del 4-4-2 es para decir precisamente de lo contrario: a veces hay que evolucionar y probar cosas. En la Catedral este fin de semana el equipo no tenía presencia en el medio, cero en ataque y agujeros por doquier en defensa. Es difícil para un entrenador cambiar cuando las cosas van bien, pero esa virtud ha de cuidarla un buen profesional: la valentía de entender que, aunque antes fue bien con un método, este ahora necesita un retoque. En la Catedral, el Cádiz sufrió y llegó al descanso con un milagroso 0-0. Tal vez era ese el momento de tocar algo, de pasar a los 3 centrales para defender mejor (especialmente en la banda donde Iñaki se merendó a Javi) o de tener más presencia en el centro donde Escalante y Alcaraz fueron dos fantasmas frente a los bilbaínos. Sergio no cambió y el resto es historia. No pasa nada, no hay que destruirlo todo, tiene el Cádiz buen colchón y buena plantilla. Y un 4-4-2 que esperemos que funcione en la mayoría de partidos y que Sergio convierta, sin miedo, a un 5-4-1 o 4-5-1 cuando sea necesario.

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