A mediados del siglo XX, una antigua carbonería de la plaza Rodríguez Arias o del Piojito como también se la conocía, se convirtió de la mano de José Torres Conde en un Güichi, que hasta este último sábado ha sido conocido como Güichi Torres.
En octubre de 1980 se hizo cargo del güichi Manuel Pérez Marín, que este sábado 2 de mayo de 2015 cerraba sus puertas por última vez. La Ley de Medidas de Flexibilización y Fomento del Alquiler de Viviendas, de mayo de 2013, ha acabado con la antigua renta y hace imposible la viabilidad de este Güichi. La del sábado fue una clausura para el recuerdo. El Güichi Torres era un lugar frecuentado por cargadores, por los miembros de la Policía Nacional, cuando la Comisaría se ubicaba en la calle Doctor Cellier y por el personal sanitario y pacientes del Centro de Salud Rodríguez de Arias, que sobrevive al cierre de la Comisaría y el Güichi Torres, al igual que otros establecimientos de hostelería.
La noticia del cierre del Güichi Torres ha trascendido de la península ibérica y ha originado un sin fín de comentarios de tristeza y recuerdos. A lo largo de las últimas semanas han sido varios los reconocimientos que Manuel Pérez Marín ha recibido de los profesionales del Centro de Salud Rodríguez de Arias, de sus amigos y hermanos del Nazareno, así como de la hermandad de las Tres Caídas, de cuya cuadrilla de cargadores es capataz.
Manuel Pérez ha iniciado este lunes una nueva etapa de su vida, sin ese día a día con los clientes, pero con la mente puesta en que el cierre del Güichi Torres, uno de los últimos que van quedando, sea sólo un punto y aparte y no el final del contacto con su clientela.
