El Ayuntamiento de Algatocín ha concluido la primera fase del proyecto de ampliación del tanatorio municipal, un espacio que forma parte de las instalaciones del nuevo cementerio.
Según ha explicado José Manuel López, alcalde de Algatocín, los trabajos recientemente finalizados, que han consistido en la colocación de una estructura y su posterior cerramiento para la ampliación de las instalaciones, han contado con un presupuesto de unos 40.000 euros, de los que 30.000 fueron incluidos en el Plan Provincial de Asistencia y Cooperación de la Diputación de Málaga y, el resto, 10.000 euros, corresponden a una aportación municipal. Las obras han sido ejecutadas por la propia administración local y han contado con la participación de varios trabajadores del municipio.
El regidor ha adelantado que en la segunda y última fase del proyecto, que se desarrollará en próximas fechas, se prevé eliminar tabiques para conectar las dos salas o espacios del tanatorio y sobre el mismo se creará una capilla, lo que hará que no sea necesario trasladar los féretros desde el tanatorio hasta la Iglesia de Nuestra Señora del Rosario de Algatocín para oficiar los responsos, con la molestia que ello supone para los familiares y allegados del fallecido, ya que este acto podrá ser llevado a cabo en el propio cementerio.
El nuevo cementerio de Algatocín se ubica en el paraje de “Los Hoyos” y su apertura se produjo hace poco más de cuatro años. Haciendo un breve recorrido cronológico, los terrenos donde actualmente se sitúa el cementero fueron adquiridos a finales de la década de los 90. En los años posteriores se ejecutaron en los mismos diferentes fases para la construcción del nuevo camposanto a través de una serie de planes provinciales, subvenciones impulsadas por la Diputación de Málaga que, en la creación de esta instalación, sumaron un presupuesto total cercano al millón de euros. Una vez finalizadas las múltiples fases señaladas anteriormente, el cementerio aún se encontraba por concluir. Además, el hecho de que este espacio no contase con inversiones durante casi una década por motivos burocráticos y por la afectación de su acceso a una vía pecuaria, propició que algunas zonas del cementerio se deteriorasen con el paso del tiempo. Fue en el año 2012 cuando el Ayuntamiento reanudó los trabajos en el camposanto y comenzó a poner en marcha una serie de proyectos como el acondicionamiento del acceso, la instalación de un horno incinerador de restos, la colocación de un sistema de depuración de aguas, la dotación de mobiliario para el tanatorio municipal, la construcción de un muro de escollera en el exterior de las instalaciones, la instalación de nuevos nichos, la pavimentación del suelo, la construcción de una fuente que se abastece de un manantial natural, el arreglo de los baños y la instalación de agua caliente, el hormigonado del perímetro del tanatorio, la habilitación de un espacio para depositar cenizas y, por último, el vallado y adecentamiento de la parcela exterior del cementerio. Con estas obras realizadas entre 2012 y finales de 2015, cuyo presupuesto total alcanzó los 500.000 euros, las instalaciones fueron plenamente adaptadas a la legislación vigente.