NO ME GUSTA el nuevo logotipo elegido para ser la imagen de Ronda en el mundo. Tenía expectación en ver el diseño de Mikel Urmeneta esperando un símbolo atrevido, original y brillante. Sin embargo, creo que el trabajo realizado no está a la altura de sus diseños. No me gustan los colores, ni el tenedor, ni la idea de ponerle cuernos al Puente Nuevo, que ya fue utilizado en un diseño anterior realizado cuando Juan Benítez era el responsable de Turismo. Tampoco me gustan las extrañas orejas que poco aportan un logotipo simplón y el eslogan de “suerte natural” que los que no sepan de toros no entenderán.
Menos me gusta la forma en que el equipo de gobierno ha realizado el trámite para su realización. En esta ocasión no ha habido concurso y al parecer la empresa Kukuxumusu será la que comercializará la marca y el merchandising de Ronda a cambio de pagar al Ayuntamiento una mínima cantidad en concepto de royalty.
Otra pregunta que debemos realizarnos es si estamos en el mejor momento para asumir los costes de cambiar los logotipos en todos los soportes. Habrá que reformar los nuevos letreros de forja que se pusieron en toda la ciudad, cambiar la página web, sustituir cientos de letreros en edificios públicos y encargar una nueva papelería para toda la gestión turística de la ciudad. Y todo esto con la duda de si el nuevo diseño es mejor que el existente en la actualidad que no tiene demasiados años y que, en general, había gustado mucho a la sociedad rondeña.
Por último, intentando ser serios y sin entrar en chistes fáciles habría que preguntarse si el juvenil diseño presentado se corresponde con el tipo de visitante que acude a visitarnos. Ronda es una ciudad, clásica, señorial, monumental poco tiene que ver con la nueva imagen que se correspondería más con los San Fermines o el turismo de jóvenes.