“Almagro es ya un referente turístico y mucha gente viene a lo largo del año a ver la ciudad del teatro”, comenta Hernández en una entrevista con Efe.
Sobre la respuesta del público en esta edición, la trigésimo segunda, que concluye este fin de semana, el director afirma: “a pesar de la crisis, vamos contrastando que hay hoteles llenos”.
Calcula que prácticamente se han alcanzado los 80.000 espectadores y casi 100.000 visitantes al municipio.
“Es tan alto el número de espectadores que si no repercute ahora, repercutirá después, ya que la gente viene a hacer simplemente turismo porque se le ha despertado el interés tras venir a ver teatro”, expone.
“Por mucho que insistimos en que vean la web, que se elija bien la obra y con tiempo, sigue acercándose gente a las taquillas que dice que ha venido a ver teatro y que sabe que le va a gustar”, asevera.
La presente edición cree que no ha defraudado “en ningún espectáculo”.
“Existe una participación muy entusiasta a nivel de calle, en los espectáculospúblicos”, apunta el director del Festival, quien considera que a nivel de participación “habíamos tocado techo, pero está lejos”.
Parte de la programación estaba dirigida a los jóvenes y Hernández valora su respuesta: “mejor de lo que podíamos imaginar”.
“Hay muchos jóvenes que han entendido que el teatro clásico no es una momia y que, en mayoría de los casos, la estética corresponde a una sociedad contemporánea”.
Hernández también agradece que la dedicación este año a la figura de Lope de Vega en el cuarto centenario de la publicación de Arte de hacer comedia haga que el público empiece “a conocerlo un poco más”.
“Sobre todo, porque se ha visto la vertiente de Lope como ser humano, como persona, como creador; lo que supuso su voluntad de ruptura, de democratizar el teatro”, añade.
En este sentido, Hernández dice que “si de algo sirven estas efemérides es para entender un poco mejor nuestra historia” e indica que durante mucho tiempo el teatro “era imprescindible porque no se podía leer, porque no se sabía leer, porque no se accedía de forma mayoritaria a la cultura”.
“Alguien como Lope de Vega que luchó por que el teatro se convierta accesible a todo el mundo y no únicamente para una capa culta”, comenta Hernández.