El bailarín y coreógrafo Víctor Ullate ha querido dejar como legado a sus tataranietos un chaleco, un reloj y un anillo familiar para que, dentro de 150 años, comprueben el abuelo "tan moderno" que tuvieron y le recuerden "con cariño".
Víctor Ullate, (Zaragoza, 1947) se ha convertido en el primer representante español del mundo de la danza en depositar un legado para sus descendientes dentro de la Caja de las Letras del Instituto Cervantes.
No obstante, el mundo de la danza ya contaba con representación dentro de la Caja de las Letras, al haber depositado su legado en abril de 2008 la bailarina y coreógrafa Alicia Alonso.
Al acto de ha asistido la ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde, quien ha felicitado a Víctor Ullate por ser "tan buen alumno, bailarín y maestro", y una persona "irremplazable en nuestra cultura".
El bailarín ha asegurado que siempre ha tenido muy presente "qué legado" iba a dejar a sus descendientes, y ha precisado que su preocupación no es tanto respecto a una "herencia económica" como de "valores y respeto".
"Tan importante es quien eres como la forma en que te comportas", ha subrayado Ullate, quien ha depositado en la caja número 1.560 de la antigua cámara acorazada un chaleco de gran valor testimonial, al pertenecer a su época como director del Ballet Nacional cuando representó al maestro Chueca en la coreografía "El Madrid de Chueca".
"El chaleco representa el cuerpo físico" ha dicho el bailarín, el reloj "el tiempo y la mente" y el anillo de su padre "la parte emocional", aunque en la caja también ha querido introducir una "fotito" y una carta para que sus tataranietos le recuerden "con cariño".
Con ese legado ha querido transmitir a sus descendientes la idea de que "con trabajo, esfuerzo y dedicación se consigue todo en la vida", y ha precisado que ese trabajo y esfuerzo le ayudaron a lograr su sueño, la danza.
A la pregunta de por qué ha elegido un plazo de un siglo y medio para que se pueda abrir su legado ha señalado que "podría haber dicho 50 años, pero pienso que cuanto más tarde mejor, así no te olvidarán".
El plazo impuesto por el bailarín implica que la caja se abra el 6 de junio de 2161, la fecha más lejana elegida por las personalidades de los distintos ámbitos que han depositado su legado en la Caja de las Letras.
Víctor Ullate, fundador del "Victor Ullate Ballet" de la Comunidad de Madrid, es uno de los mayores referentes de la danza española actual.
Ullate, que creó en 1979 la primera compañía de ballet clásico y desde 1983 imparte sus enseñanzas en el Centro de Danza que lleva su nombre, ha sido galardonado con distintos reconocimientos, como el Premio Nacional de Danza (1989), la Medalla de Oro de las Bellas Artes (1996) y el Premio Max de Honor (2008).
La directora del Instituto Cevantes, Carmen Caffarel, que entregó a Ullate una llave simbólica y un certificado que acredita la cesión de dicho legado, le ha definido como un hombre "entusiasta, valiente y luchador", con el "mérito indiscutible" de ser el creador del primer ballet clásico estable en España.
Caffarel ha destacado la labor que desempeña su Fundación para formar a jóvenes bailarines "con o sin recursos", y ha bromeado con el lejano plazo elegido por el coreógrafo para que se abra su legado, al señalar que en otras ocasiones "no sabíamos si estaríamos en este mundo, pero en ésta tenemos la certeza de que no estaremos ninguno".
La directora del Instituto Cervantes ha destacado que Ullate está a punto de ser abuelo, por lo que "será el hijo de tu nieto -le ha recordado- quien probablemente tenga la responsabilidad de abrir tu legado" dentro de 150 años.
La Caja de las Letras atesoraba ya los legados de diecisiete personalidades, entre ellas Francisco Ayala, Antonio Gamoneda, Ana María Matute, José Manuel Caballero Bonald, Antoni Tàpies, Alicia Alonso, Luis García Berlanga, Margarita Salas o Nuria Espert.