Es un tipo sereno, tranquilo y al que le gusta sincerarse y expresarse de forma directa y clara cuando se habla de balonmano. El nuevo técnico del Ángel Ximénez, Javier Cabanas (Burgos, 1960), un histórico de este deporte en nuestro país, apenas lleva tres semanas ejerciendo como máximo responsable del equipo, pero a pesar de las circunstancias, tiene claro que sus jugadores despegarán en la segunda vuelta de la competición para lograr el objetivo de la permanencia en la Liga Asobal.
-¿Qué tal el recibimiento que le ha dispensado Puente Genil?
La llegada ha sido muy buena. En estos días la gente y la Directiva se ha volcado conmigo y no tengo queja. El carácter andaluz, y especialmente el de la gente de Puente Genil, es el de personas abiertas y hospitalarias, y la verdad es que eso ayuda y hace que sea fácil adaptarse.
-¿Qué referencias tenía del club?
A nivel interno de funcionamiento y tal, poca cosa. Sí sabía que el balonmano es un deporte que tiene un gran arraigo en la ciudad. Recuerdo la época en la que era muy conocido a nivel nacional por Borrego, o por la labor de “Quini”, con lo cual ya sabía que era un club con historia. Es cierto es que es quizás ahora, en estos últimos años, cuando está teniendo un mayor renombre con el primer equipo en la élite del balonmano español, pero siempre ha sido una localidad importante en este deporte porque hay escuela y tradición.
-Entremos en materia. Le hago la pregunta que se hacen todos los aficionados en los últimos días, ¿qué le está pasando al Ángel Ximénez?
(Sonríe). Bueno, soy el último en llegar y mi opinión la estoy componiendo a medida que voy conociendo al equipo. Independientemente de que hay cosas mejorables en lo técnico y táctico, creo que lo único que nos pasa es que nos tenemos que creer que somos un buen equipo. En los tres partidos que llevo con la plantilla, pienso que nos ha faltado estar un poco más seguros de nosotros mismos. Podíamos tener dos o tres puntos más, hemos entrado en una dinámica un poco pesimista, y sinceramente eso nos ha perjudicado, así que creo que nos va a venir bien el parón.
-¿Cuál va a ser el sello personal que Javier Cabanas va a intentar imprimir al equipo?
Mi idea es poder plasmar mi concepto de balonmano. La rapidez y la velocidad se han convertido en las grandes señas de identidad de este deporte a lo largo de los últimos años, y ya no hay diferencias entre las transiciones y el juego estático. Pienso que nuestro juego debe tender a eso, subiendo además un punto nuestra competitividad en defensa. Creo que quizás debemos ser más contundentes atrás, ya que encajamos goles con demasiada facilidad, y todo eso va ligado con el pesimismo generado por las derrotas de los últimos encuentros.
-¿Qué le ha parecido el adiós precipitado de Barbeito?
Creo que ha habido dos situaciones, la personal de Fernando y la concreta del club, que, por las circundtancias, eran muy difíciles de conjugar. Desde el punto de vista del club, el hecho de quedarse para los últimos tres partidos de la primera vuelta sin el entrenador que ha dirigido los doce anteriores es una faena. Yo no me voy a postular sobre una cosa u otra porque Fernando es amigo mío, pero sí sé que si se quedaba aquí hasta Navidad no podía coger ese trabajo. Eran dos situaciones encontradas y hay que respetar su decisión.
-Personalmente, ¿qué aspectos positivos y negativos ha visto de la herencia deportiva que le ha dejado el anterior entrenador?
Me han encantado las características del equipo como tal. Veo a la plantilla muy involucrada con el proyecto del club y es un grupo muy predispuesto a trabajar. El equipo estaba bien en cuanto a condición física y tenía buena metodología de ataque, quizás lo negativo es la cuestión psicológica y, sobre todo, en la defensa, donde tenemos un margen importante de mejora y donde hemos de incidir para que el equipo vaya hacia arriba.
-¿Qué le falta o le sobra a la plantilla?
Pienso que la plantilla está un poco descompensada entre la primera línea y la segunda. Tenemos cinco primeras líneas, pero uno de los mejores se ha lesionado de gravedad y no podemos contar con él durante lo que queda de año, lo que ha provocado una descompensación que ha obligado a utilizar a los otros cuatro durante más tiempo de lo deseable, y eso es un problema a solucionar.
-¿Habrá fichajes?, ¿qué perfil se busca?
Todos estamos de acuerdo en que necesitamos primeras líneas. Tenemos buenos jugadores en extremos y pivotes, la portería está bien cubierta, pero necesitamos más primeras líneas, jugadores que aporten en los dos laterales y que refuercen la defensa, porque queremos buscar esa mayor contundencia, agresividad y dureza y necesitamos gente atrás que refuerce el eje defensivo y que también nos permita jugar con otros sistemas, ya que casi siempre estamos defendiendo en 6:0. Creo que al menos se necesitarían dos jugadores, pero luego viene el tema económico, y también hay que verlo todo. Yo me niego a que volvamos a historias pasadas de otros clubes en los que se vivía por encima de los presupuestos. El club tiene que ser consciente de hasta donde puede llegar y, si no puede, los que estemos tendremos que sacar esto adelante a base de lucha y pelea.
-¿Antes de entrar hay que dejar salir?
Si, pero también hay que ver las circunstancias individuales de cada uno. Ninguna empresa le puede decir de la noche a la mañana a un trabajador con contrato en vigor “te vas y te dejo en la calle”. Si tú te quieres quitar a un jugador de encima, le tienes que dar una salida buena, y en eso tenemos que trabajar. Luego también está el prestigio del club, y no se puede caer en cosas que den mala imagen.
-¿Hasta que punto ha condicionado la baja de Chispi?
Que un jugador se te lesione entra dentro de la dinámica de cualquier equipo. Llorar no vale de nada. En mi opinión, los jugadores sí lo tienen asumido, aunque es algo que tengo pendiente hablar individualmente con ellos, no obstante pienso que el equipo lo tiene que superar. Los que tienen que salvar los muebles son los que tienen capacidad de entrenar, y los que no, únicamente nos pueden ayudar anímicamente.
-¿Qué filosofía tiene sobre la cantera? ¿Es partidario de contar con gente joven, o, en una situación como la actual, se requiere de gente con experiencia?
Soy un recién llegado y no sé como está la cantera. Me han comentado un poco por encima. Sé que existe una filialidad con un club, pero tampoco he podido ver ningún partido ni ningún entrenamiento, ni tan siquiera del equipo juvenil. Cuando volvamos en enero y me adapte miraremos todas esas cosas y tendré una opinión más concreta. Pienso que cuanto más tiremos de la cantera, más recursos tendremos para fichar jugadores de fuera que puedan aportar más calidad al equipo. En ese equilibrio debe estar el éxito. Dependiendo de la calidad de los jugadores de la casa, podremos ver si incorporamos más o menos. Obviamente debemos contar con todos los que sean aprovechables y, si se hace un buen trabajo con la base, eso al final acabará dando sus frutos, pero siempre a medio o largo plazo, porque a corto es difícil.
-¿Ve al presidente preocupado?
Es normal que lo esté ante una situación así, pero Mariano es un hombre de empresa y sabe que muchos de los conceptos de la empresa también valen para la dirección de un club deportivo. Él es consciente de que si se hacen bien las cosas, si incorporamos a alguien que nos ayude, le podremos dar la vuelta. La situación del equipo no es buena, pero también si ganamos un par de partidos las cosas mejorarán. La situación es preocupante pero no límite. Si se ponen los medios adecuados, yo creo que se puede salir.
-¿Qué mensaje trasladaría a la afición?
Me impactó mucho lo que vi en Cuenca, con la gente animando y arropando a los jugadores. Hay muy buena sintonía entre la afición y el equipo. La gente tiene que estar segura del grado de implicación de los jugadores, y sinceramente creo que, con trabajo y su apoyo, vamos a sacar esto adelante en la segunda vuelta.