La Guardia Civil ha detenido a tres hombres de nacionalidad polaca, de entre 35 y 36 años, por el atropello el pasado 28 de julio de una ciclista en la N-323, a su paso por el término municipal de Otura (Granada), a la que dejaron herida grave y huyeron del lugar.
Las detenciones se han producido por conducir bajo la influencia de bebidas alcohólicas y sustancias estupefacientes, careciendo de licencia, y por omisión del deber de socorro y lesiones.
También ha sido investigado un ciudadano español, un vecino del anejo de Casanueva-Pinos Puente de 42 años por su complicidad en los hechos, en tanto que fue la persona que alquiló el vehículo que conducían los detenidos y se negó a facilitar información alguna sobre dónde se encontraban tras haber huido.
El atropello se produjo en la carretera N-323 antigua, a la altura del kilómetro 146, en el término municipal de Otura, sobre las 9.30 horas del pasado 28 de julio.
La víctima circulaba con su bicicleta cuando fue alcanzada lateralmente por un turismo Fiat Punto que iba ocupado por tres individuos. Al comprobar su estado huyeron en el vehículo sin prestarle ningún tipo de auxilio. La mujer tuvo que ser evacuada hasta el hospital de Traumatología de Granada donde ingresó en estado grave.
Los testigos sólo pudieron apuntar los números de la matrícula y el modelo del coche que atropelló a la ciclista, y se los dieron a los agentes del Subsector de Tráfico de la Guardia Civil de Granada que inmediatamente después llegaron al lugar del accidente.
Con los datos aportados por los testigos, los agentes de Tráfico averiguaron que se trataba de un vehículo de alquiler y que la persona que lo había alquilado era un vecino de Casanueva que se negó a colaborar.
Mientras tanto la Guardia Civil había alertado a todas las patrullas de la Comandancia de Granada que esa mañana estaban de servicio para que localizaran e interceptaran el vehículo huido, lo que ocurrió en la localidad de Nigüelas.
La Guardia Civil los identificó, comprobó que ninguno de ellos tenía permiso de conducir y que los tres mostraban síntomas evidentes de estar bajos los efectos del alcohol o de sustancias estupefacientes; se les hizo un test de impregnación alcohólica y otro de drogas, y los tres dieron positivo en ambos. La Guardia Civil realizó después un reconocimiento fotográfico y la víctima reconoció sin dudar al conductor del vehículo.