El delegado de Educación de la Junta en Granada, Antonio Jesús Castillo, ha acusado a la familia de un alumno granadino que padece atrofia muscular espinal de "chantajear" a la Administración, después de que se hayan tomado, según ha dicho, "todas las medidas" para que pueda asistir a clase y ser asistido en su instituto, por lo que no ha descartado activar el protocolo por absentismo si no acude a las aulas.
Estas declaraciones se producen el mismo día en que la familia de Camilo, un alumno del IES Soto de Rojas que cursa cuarto de la ESO, ha entregado cerca de 84.000 firmas para denunciar la falta de asistencia cualificada para que el menor pueda asistir a clase y reclamar a la Consejería de Educación que les dé una solución.
El delegado ha señalado en declaraciones a los periodistas que se han tomado "todas las medidas necesarias" para que el niño pueda ir a clase. Tiene un taxi que acude diariamente a recogerlo a su domicilio y una cuidadora específica para él. Además, se ha pedido a Salud un sanitario que acuda al centro para darle la comida y la medicación, pero es necesario que los padres firmen la autorización.
"La familia ahora se niega a que lo haga, y eso es lo que me molesta, nos han estado toreando", ha señalado el delegado, quien ha agregado que la madre "cobra la dependencia" por el cuidado de su hijo y ha acudido "en escasísimas ocasiones" al centro para atenderlo, cuando hay padres en similares circunstancias que cobran esta prestación y van a darles la comida.
"No van a chantajearnos más con un niño en una situación dramática porque el derecho de educación del niño está por encima de los padres" y "no se puede negar la familia a que un sanitario vaya a un centro educativo" a atenderlo, ha advertido el delegado, incidiendo en que si el asunto no se soluciona se activará el protocolo de absentismo escolar.
RECOGIDA DE FIRMAS
Los compañeros de clase de Camilo iniciaron hace una semana una campaña de recogida de firmas en la plataforma 'Change.org' en la que relatan que para acudir a clase necesita unos cuidados especiales, ya que la enfermedad muscular que padece afecta a su fuerza física. Por ello va en silla de ruedas y desde hace dos años, tiene una traqueotomía.
Según relatan, "hasta hace poco, la monitora que estaba a su cargo realizaba la tarea de asistirlo, pero en el aspecto sanitario del cuidado de la traqueotomía lo hacía de forma voluntaria, ya que entre la Delegación de Educación y la empresa que les proporciona a los monitoras no se ponen de acuerdo en las funciones necesarias y obligatorias para asistir de forma real y global a alumnos con necesidades específicas dentro de los colegios, como lo recoge la ley", sostienen.
Desde el 19 de febrero, "la monitora ha decidido no atender más los cuidados de la traqueotomía y, desde ese día, Camilo no tiene a nadie que lo asista y no puede ir a clase, sin que hasta el momento se le haya dado una solución", según explican.
Los compañeros de Camilo defienden que "tiene tanto el derecho como la obligación de educarse, recibir sus clases, hacer sus exámenes, disfrutar con sus amigos y continuar cursando 4º de ESO como cualquiera" de ellos. "Porque, además, Camilo espera seguir una carrera universitaria".