El joven rumano que es enjuiciado por un jurado en la Audiencia de Granada ha confesado que mató a puñaladas a un compatriota
El joven rumano que es enjuiciado desde hoy por un jurado en la Audiencia de Granada ha confesado que mató a puñaladas a un compatriota que había acudido a recoger a otro a una casa de Campótejar, donde antes habían discutido por unas apuestas, pero ha apostillado que no se considera un "loco" asesino.
Durante la primera sesión de la vista oral, que ha comenzado en la Sección Primera tras la conformación del jurado, Neculai M., de 31 años y que se enfrenta a una petición fiscal de 12 años y medio de cárcel por homicidio, ha dicho además que está "arrepentido" de lo ocurrido y ha pedido perdón a la familia de la víctima.
"Espero que me perdonen, voy a la cárcel a cumplir la pena pero no soy ningún asesino", ha sentenciado el procesado tras haber admitido que mató a su compatriota con un cuchillo de cocina, aunque ha apostillado que estaba "borracho", que no es ningún "loco" y que las cosas no son exactamente "como se cuentan".
Esta confesión del acusado, tal y como ha trasladado la magistrada presidenta del tribunal del jurado a los componentes de este, podría traducirse en una modificación de las peticiones planteadas de forma provisional tanto por la Fiscalía como por la defensa, que mantiene que actuó para defenderse después de ser golpeado.
Según recoge el escrito de acusación provisional de la Fiscalía, al que tuvo acceso Efe, los hechos se desencadenaron en la noche del pasado 29 de noviembre de 2017, cuando el acusado, de nacionalidad rumana y trabajador como temporero en la campaña de la aceituna, compartía juegos de apuestas en el domicilio de otros compatriotas en la calle Málaga de Campotéjar.
Sobre las 23.00 horas, inició una discusión con uno de los jugadores, como consecuencia de los desacuerdos existentes en el dinero adeudado entre ellos.
Esta situación lo condujo a coger de la cocina un cuchillo de 20 centímetro de hoja y, al salir al pasillo, se encontró a otro joven que había acudido a la vivienda a recoger a uno de los participantes del juego y que nada tenía que ver con la discusión precedente.
La acusación pública señala que le asestó un total de cinco cuchilladas que acabaron por provocarle la muerte.
El fallecido, de 28 años, residía en España y no consta que estuviera casado ni tuviera hijos a su cargo u otros familiares.