En agosto de 2017, ya propició "equivocaciones" en la gestión de su causa, y se ha mostrado "totalmente opuesta" a cualquier actuación que suponga "atajos"
La defensa de Juana Rivas ha puesto hoy de manifiesto las que considera "injerencias" del entorno que, en agosto de 2017, ya propició "equivocaciones" en la gestión de su causa, y se ha mostrado "totalmente opuesta" a cualquier actuación que suponga "atajos o caminos" que la lleven fuera de la legalidad.
En declaraciones a Efe, José Estanislao López, abogado junto a la también letrada María Eugenia Álvarez de la vecina de Maracena (Granada), ha advertido además de que, si se mantienen las que considera "injerencias no deseadas ni queridas", se planteará incluso dejar la defensa.
"Estamos totalmente opuestos a todo lo que no sea la defensa dentro de la ley y del sistema judicial", ha sentenciado López, que ha asegurado que no admite "atajos o caminos" que puedan llevar a Juana Rivas "fuera de la legalidad".
"Esperamos que Juana siga actuando bajo el consejo de sus abogados, los que realmente conforman su equipo jurídico", ha insistido el letrado, que ha apuntado a que el entorno al que se refiere parte del Centro Municipal de la Mujer de Maracena que dirige la asesora jurídica Francisca Granados.
Las declaraciones del abogado que ejerce la defensa de Rivas se producen después de que ayer Juana entregara a sus dos hijos, de 12 y 4 años, a su expareja, el italiano Francesco Arcuri, en una comisaria de Cagliari, la capital de Cerdeña, después de que el domingo pasado se negara a devolvérselos.
La entrega se produjo tras comparecer de nuevo ante la Policía para declarar sobre la denuncia que interpuso contra Arcuri, quien tiene la custodia provisional de los niños desde agosto de 2017, por supuestos malos tratos al menor de sus hijos.
José Estanislao López ya admitió, en el recurso de apelación formalizado ante la Audiencia de Granada contra la sentencia que condenó a Rivas por sustracción de menores a cinco años de cárcel por permanecer en paradero desconocido con sus hijos para evitar entregárselos a su expareja, que hubo error anteriores en su defensa.
"Los errores en su defensa (...) muestran que actuó mal asesorada y que ello fue determinante en su errónea, pero no dolosa, actuación de no entregar a los hijos cuando el juzgado así se lo exigía", indicaba al respecto en el referido recurso.