La acusada de matar de 58 puñaladas a su madre octogenaria en la vivienda familiar que compartían en Purchil, en Vegas del Genil (Granada) se ha confesado culpable ante el jurado popular que la enjuicia desde este lunes en la Audiencia Provincial de Granada, afirmando que se arrepiente "mucho" de lo que hizo aunque "no recuerda nada" de la agresión, tras lo que ha pedido "perdón" a sus hermanos por el "daño" causado.
Elia B.C., de 46 años, ha declarado a preguntas del fiscal que llevaba un mes "muy mal mentalmente" aunque no se lo había dicho a nadie. El día en que se produjeron los hechos, hace ahora dos años, sólo recuerda "coger el cuchillo" de su cocina, "bajar las escaleras" y lo siguiente ya es la policía dentro de su vivienda.
En el domicilio vivía con sus hijos, su pareja y su madre, aunque el día del crimen, el 3 de julio de 2016, ambas estaban a solas puesto que los niños se habían ido a la piscina.
"No recuerdo nada, sólo bajar las escaleras, pero tanto como se dice que le hecho, pues no", ha indicado, relatando que "la cabeza, las palabras", todo le "andaba muy rápido" cuando ha sido preguntada por el estado en que se encontraba. Ha explicado que ha estado "muchos años" con tratamiento por trastornos psicológicos, llegando a ser ingresada en una clínica en una ocasión en la que se le "fue la cabeza" y ha tenido problemas con las adicciones. De hecho, afirma que en los días previos a la agresión había estado consumiendo alcohol y cocaína.
En su escrito de acusación provisional, la Fiscalía pedía para ella una pena de 23 años de prisión por un delito de asesinato además de 100.000 euros de indemnización para sus hermanos, en concepto de responsabilidad civil; al igual que la acusación particular, que ejercen los otros hijos de la víctima, que tenía 82 años.
La defensa ha calificado los hechos de homicidio con la eximente incompleta de alteración psicológica, a lo que ha sumado el consumo de sustancias tóxicas, entre otros extremos, y ha pedido cinco años de cárcel y una indemnización de 10.000 euros para cada uno de los hijos de la fallecida.
No obstante, durante el desarrollo del juicio, las partes han aceptado la dación en pago de la vivienda de la acusada para cubrir la responsabilidad civil. Sus hijos estarán a cargo de sus hermanos mientras ella permanezca en prisión y el destino de esta medida es garantizar que las necesidades de los niños "queden cubiertas". Seguidamente, las partes han modificado sus conclusiones provisionales y han incluido la atenuante de reparación del daño.
Así las cosas, las partes implicadas en el proceso están de acuerdo en que la acusada mató a su madre, en tanto que ella misma lo ha reconocido; pero aún debe fijarse la calificación de los hechos y la pena que debe imponerse. Los miembros del jurado deberán así valorar las circunstancias en las que se produjo la agresión y diversos extremos de cara al veredicto que deberán emitir en el juicio, que continuará este martes con la declaración de los diferentes testigos.