El equipo de arqueólogos que trabaja desde hace unos meses, aunque de forma intermitente, en el Peñón del Colorado, en Alfacar (Granada), en la zona donde se cree que podría estar enterrado Federico García Lorca, está analizando ahora los resultados del sondeo con georradar que llevaron a cabo hace unos días sobre el terreno, de unos 900 metros cuadrados de superficie.
Según ha informado a Europa Press el arqueólogo coordinador de los trabajos, Javier Navarro, fue hace poco más de una semana cuando el experto en este tipo de técnicas, Francisco García, hizo dos barridos dobles con el georradar, con dos antenas con diferentes potencias y de gran penetrabilidad en la zona delimitada, situada junto a la que ya fue estudiada hace unos meses, sin evidencia de fosas comunes ni restos óseos.
El terreno sondeado es justamente el indicado por el catedrático de Geografía José Luis Peña, tras el análisis de las fotografías aéreas del lugar, antes de que fuera objeto de intervención para la construcción de un campo de fútbol a mediados de los noventa, que fue paralizado por el entonces presidente de la Junta, Manuel Chaves, a instancias de la hermana del poeta, Isabel García Lorca.
Navarro ha indicado que una vez que esté finalizado el informe con los resultados del georradar, será remitido a la Dirección General de Memoria Democrática, que ahora dirige Javier Giráldez, para que tome una decisión sobre qué hacer a continuación. En principio, y según indicó Giráldez en una visita a Granada, la intención de la Junta no es paralizar los trabajos, sino continuar con la búsqueda de posibles restos de víctimas de la Guerra Civil.
El coordinador del equipo que trabaja en Alfacar ha aclarado además que el hecho de que aún no se hayan encontrado restos óseos o fosas no es un "fracaso", sino un paso más en la investigación histórica, puesto que los trabajos realizados hasta ahora han permitido ir "descartando" zonas.
El análisis de las fotografías y la recopilación de los testimonios apuntan a que unos pozos en la zona podrían ser los que albergaran los restos de varias víctimas de la Guerra Civil. Estos pozos fueron excavados por encargo del propietario de una fábrica textil que había en Víznar (Granada), para conseguir suministro de agua procedente de la acequia de Aynadamar, por lo que hay constancia cierta de que existen. Además, un dibujo encargado por el periodista Eduardo Molina Fajardo, que investigó sobre la ubicación de la fosa, muestra el lugar de los pozos, que, por la imagen, pueden situarse en el terreno que se ha analizado.
En el mismo enclave que se ha sondeado, aunque unos metros más allá, trabajó el equipo de arqueólogos coordinados por Javier Navarro de finales de noviembre a diciembre de 2013, a iniciativa también de la Dirección General de Memoria Democrática, en un espacio ubicado frente al cortijo de Los Llanos de Corvera, conocido también como cortijo 'Gazpacho' o 'Pepino', a unos 500 metros del Barranco de Víznar, y a unos 400 metros del parque Federico García Lorca, donde la Junta de Andalucía ya lideró en 2009 otro proyecto para la búsqueda de fosas que acabó sin el hallazgo de evidencias de enterramiento alguno o esquirla de hueso.