Al Granada le bastó un gol de Nolito, de falta directa en el 36, para infringir la primera derrota en casa al Espanyol (0-1), que disfrutó de más ocasiones y llevó el peso del choque, aunque no tuvo la efectividad habitual y se estrelló ante un rival serio y sólido atrás.
Los tres puntos suponen una excelente dosis de oxígeno para el conjunto andaluz, que se coloca dos puntos por encima del descenso. Los catalanes, por su parte, cortan su racha de cinco partidos invictos y ven alejarse el sueño continental después de firmar la permanencia la pasada jornada.
El partido arrancó sin especulaciones en el centro del campo. Fútbol directo, por las bandas e intentos, aunque poco acertados, de ambos equipos desde fuera del área o tras jugadas de estrategia. Pero ni el Espanyol ni el Granada conectaban con facilidad con Sergio García y El Arabi, sus referencias arriba.
Los catalanes llevaban el peso del partido. Recuperaban el balón con facilidad, aunque después su ímpetu se difuminaba cerca del área. Tampoco estaba muy acertado el conjunto andaluz en sus contraataques. En la primera hora de partido, ninguno de los dos equipos tiró entre los tres palos.
Sergio García intentó corregir la situación en el 31, pero el fuerte disparo chocó con Diakhate. El juego tuvo que pararse tras el golpe, finalmente sin consecuencias para el senegalés. El partido siguió con el mismo guión insulso hasta el minuto 36, hasta que lo cambió una falta de Víctor Sánchez a un metro de la central.
Nolito convirtió el libre directo (0-1). El balón se estrelló en la parte baja del larguero y rebotó hasta colarse en la portería de Casilla. El meta tarraconense se quedó inmóvil ante la buena ejecución del andaluz. "Sí se puede", cantaba la afición granadina desde la zona visitante.
El Espanyol tuvo el empate justo antes del descanso. Héctor Moreno remató de cabeza un buen centro de Wakaso, aunque el balón acabó en las manos de Roberto. El portero fue amonestado por perder tiempo y, sin más sorpresas en el marcador, se llegó al final de la primera parte.
Aguirre buscó la reacción sin cambios en la reanudación. Sus futbolistas respondieron con más insistencia en el área y varias ocasiones, entre las que destacó un centro envenenado de Sergio García en el 52. El técnico mexicano, en el 55, intentó dinamizar el ataque dando entrada a Petrov por Víctor Sánchez, sin éxito.
El Granada estaba muy bien posicionado atrás. Roberto apenas aparecía ante la solidez de su defensa y las ayudas del resto de líneas. Los andaluces frenaban los centros del Espanyol, que no estaba demasiado acertado en sus combinaciones. Como en la primera parte, tenían serios problemas para conectar con su ariete.
Los de Lucas Alcaraz tampoco brillaban arriba. Con ventaja en el marcador, esperaban a la contra. Su planteamiento entrañaba riesgos y en el 75 Stuani estuvo cerca de habilitar a Sergio García, pero entre Mainz y Diakhate despejaron el balón. El ítalo-uruguayo tuvo otra en el 80, desde la banda derecha, que secó Roberto.
El Granada mantuvo la seriedad y el Espanyol se quedó sin empate. La victoria dejó un mal sabor de boca en Cornellá, que soñaba con Europa tras la gran dinámica de Aguirre y despidió a los suyos con silbidos. Los andaluces, en cambio, celebraron la victoria a lo grande: puede suponer su continuidad en Primera.