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Provincia de Cádiz

La provincia asume que no tendrá Carnaval y se quedará de nuevo sin procesiones y ferias

Agrupaciones dicen no a galas en el Falla, artesanos cofrades asisten impotentes a las cancelaciones y caseteros admiten que “sin bullicio no hay negocio”

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  • Operarios desmontan los palcos de la Semana Santa de Jerez el pasado año, tras la suspensión de las procesiones. -

Lejos de recuperar la normalidad, la irrupción de la tercera ola de coronavirus ha ahogado definitivamente cualquier esperanza de celebrar las fiestas populares de este año. Ni tan siquiera de manera alternativa. El Ayuntamiento de Cádiz puso sobre la mesa a principios de diciembre una propuesta para mantener las actividades carnavalescas sin hallar entusiasmo alguno entre los protagonistas. A principios de semana, la Asociación de Coristas Gaditanos (Ascoga) expresó su negativa y este viernes, la chirigota de Vera Luque también dijo no a la intención del Gobierno municipal de organizar galas durante las tres primeras semanas de febrero en el Falla con los semifinalistas del concurso del pasado año, agrupaciones de la cantera, romanceros de acuerdo a la clasificación del certamente de 2020 y las antologías de Manolo Santander y Juan Carlos Aragón. Los argumentos esgrimidos por el último primer premio es que “los tipos están guardados y necesitamos ensayar, pero no debemos ni queremos meternos trece personas bajo un mismo techo a cantar”, y remarca que “nosotros afortunadamente o desafortunadamente, según se mire, no necesitamos exponernos porque salir en Carnaval no es nuestra base económica”. 

Pero el Gobierno local no había pensado exclusivamente en las agrupaciones, sino que trata de beneficiar a los sectores implicados en la fiesta. Fuentes municipales remarcan que el Ayuntamiento está dispuesto a fijar un caché para las agrupación con la obligatoriedad de destinar una cantidad a los artesanos para preparar la puesta en escena, porque el gremio está sufriendo especialmente las consecuencias de la pandemia.

“En el ámbito cofrade ni siquiera hay un plan B” para paliar las consecuencias de las más que previsibles suspensiones de las procesiones, lamenta Ildefonso Jiménez, portavoz de la Asociación Provincial de Arte Sacro Gadesart.

Si bien la Junta de Andalucía y los consejos de hermandades y cofradías de las capitales de las ocho provincias más Jerez prevén reunirse el próximo miércoles para abordar la situación de la Semana Santa, ciudades como Sevilla o Granada ya han anunciado que no habrá pasos en la calle. En el caso de Cádiz, el obispo de la diócesis, Rafael Zornoza, firmó el viernes un decreto por el que prohibe además todos los actos de culto en la vía pública.

El presidente del Consejo de Hermandades de Huelva, Antonio González, ha manifestado su esperanza de poder salvar al menos el pregón y realizar el Via Crucis, según Europa Press, mientras que la Real Federación de Hermandades y Cofradías deseaba que se exploraran otras opciones más allá de limitar las actividades al interior de las iglesias y las casas de hermandades. Sin embargo no hay mucho optimismo a estas alturas. El propio presidente andaluz, Juanma Moreno, adelantó en diciembre las dificultades de organizar una Semana Santa en tan solo tres meses y ante el riesgo de que cualquier planteamiento generara aglomeraciones.

“No se suele tener en cuenta que las hermandades mantienen un tejido empresarial y social importantísimo”, advierte el representante de los artesanos gaditanos respecto al debate abierto. “Hay dos vertientes, la devocional, la cofrade”, explica y otra, la económica, que no funciona “sin capirotes en la calle”. E insiste en que “el medio centenar de las empresas dedicadas a esto en Cádiz cotizan, pagan sus impuestos”, juegan, en definitiva, un papel muy importante en la prosperidad de la provincia.

“Los encargos de las hermandades no se han desechado pero se han parado”, agrega Jiménez. Lo que, a fin de cuentas, se traduce en cero ingresos. “Estamos tirando, los que podemos y no hemos cerrado ya, de los ahorros o de los fondos que teníamos para nuevos proyectos, pero el colchón se acaba”. El apoyo por parte de las administraciones públicas a los profesionales “ni socorre ni incentiva para seguir adelante”, asegura. “¿Qué haces con 1.000 euros de ayuda?”, se pregunta, en referencia a la convocatoria de la Junta de Andalucía para autónomos.

Como “solución de emergencia”, tratan de diversificar su actividad, trascendiendo el entorno cofrade, pero no resulta fácil cuando la dedicación ha sido exclusiva y especializada en un ámbito concreto.

Valentina Aparicio, propietaria de Valentina Mercería, y referente de la moda flamenca en Algeciras relataba hace solo unas semanas en este medio la dificultad que estaba encontrando para sacar adelante su negocio, pese a que su escaparate luce ahora también abrigos reversibles en varios colores, faldas plisadas, rebecas de cachemir con detalles en el cuello y ponchos ideales para estas fechas. Y admitía que “no sé si podremos aguantar otro año”, en referencia a un 2021 que muy difícilmente tendrá ferias.

Sevilla, donde la semana genera hasta un 3% del total del PIB local anual, en torno a 900 millones de euros, ha renunciado a organizarla este año. Pepe Naranjo, hostelero y responsable de la caseta Peña Los Cien en Jerez, plantea que quizá podría aplazarse a septiembre, pero ve complicado que se celebre. “La Feria es bullicio”, remarca, y no parece que en mayo la población inmune sea suficiente. Con reducción de aforos o limitaciones de acceso, por otra parte, no es rentable. “El negocio está en el volumen, en la rotación”, afirma. Sin ello, no salen los números.

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