El ministro de Sanidad alemán, Jens Spahn, considera que la pandemia terminará en primavera del año próximo, cuando podrá haberse alcanzado la inmunidad de rebaño en el país, siempre y cuando no surjan nuevas variantes del coronavirus contra las que las actuales vacunas no sean efectivas.
"Si no surgen nuevas variantes contra las que las vacunas no ofrezcan protección, lo que es muy improbable, alcanzaremos la inmunidad de rebaño en primavera y podremos volver a la normalidad", dijo Spahn en declaraciones al diario "Augsburger Allgemeine".
"Siempre se alcanza la inmunidad de rebaño, la cuestión es si se alcanza con la vacunación o con el contagio. La vacunación es el camino más seguro", añadió.
Spahn advirtió que quien se niegue a vacunarse con gran probabilidad terminará contagiado y dijo que no se podía subestimar ese peligro, pese a que las cifras en Alemania otra vez tienden la baja.
"El año pasado en esta época también tuvimos una mejora", recordó Sphahn.
"En otoño e invierno, cuando la gente se reúna más en espacios interiores y el sistema inmunológico sea más débil aumentará también el riesgo de contagio", dijo.
Según el Instituto Robert Koch (RKI) de virología la incidencia semanal se situó este martes en 65 contagios por 100.000 habitantes frente a los 68,5 del lunes y los 77,9 de hace una semana.
En las últimas 24 horas se registraron 71 muertes relacionadas con el coronavirus frente a las 83 de hace una semana.
Pese a esa tendencia a la baja Spahn insistió en que es demasiado pronto para levantar medidas de precaución.
"Si no tuviéramos medidas de precaución las unidades de cuidados intensivos podrían verse saturadas debido al alto número de personas no vacunadas", dijo.
Spahn subrayó que la cuota de vacunación en Alemania todavía es demasiado baja para decretar un "día de la libertad" como en otros países.
Un 63 % de los alemanes han recibido la pauta completa de la vacuna y un 67 % al menos la primera dosis.
El Gobierno está haciendo esfuerzos por acelerar la vacunación y ha tenido que enfrentarse con el escepticismo de parte de la población y el rechazo abierto de los movimientos antivacunas.