Un registro central de crematorios que permita gestionar mejor la incineración de cadáveres ante el gran número de fallecidos
El Gobierno de la República Checa, uno de los países más afectados por la pandemia del coronavirus en Europa, anunció este viernes que creará un registro central de crematorios que permita gestionar mejor la incineración de cadáveres ante el gran número de fallecidos por covid-19.
Con casi 13.000 muertos por covid hasta ahora y unos 15.000 nuevos contagios diarios, el país centroeuropeo tiene en algunas regiones serios problemas para incinerar los cuerpos sin vida de los pacientes fallecidos a causa de la pandemia.
Ostrava, la tercera ciudad del país con unos 300.000 habitantes, tiene un solo crematorio con capacidad para incinerar un máximo de 1.200 personas por mes, pero en diciembre pasado hubo más de 1.500 fallecidos, relató hoy al diario electrónico Novinky.cz el alcalde de la localidad, Tomás Macura.
Para paliar situaciones de este tipo, el ministerio de Interior checo ha puesto ahora en marcha un registro central de crematorios para poder enviar cadáveres de una región a otra.
Desde Ostrava, por ejemplo, se van a trasladar esta misma semana 50 cadáveres al crematorio de Hustopeci, a 200 kilómetros.
Mientras que en la primera ola de la pandemia, la República Checa, gobernada por el populista liberal y magnate Andrej Babis, fue uno de los países que mejor gestionó la crisis sanitaria, la segunda ola ha golpeado al país con especial fuerza.
En las últimas 24 horas, se registraron 14.780 nuevos contagios, el 41 % de los test PCR realizados, el segundo valor más alto hasta ahora (tras más de 17.000 contagios el día anterior), lo que obligó al Gobierno a extender el actual confinamiento social y comercial hasta al menos el próximo el 22 de enero.
Casi 145.000 personas están en estos momentos con infecciones activas de covid-19, una cifra récord desde el inicio de la pandemia, y de ellas, 7.323 están hospitalizadas, con 1.093 pacientes en estado grave.