Desde la puesta en funcionamiento el pasado 7 de abril del Sistema de Compromisos Voluntarios de Reducción de Emisiones, impulsado por el extinto Ministerio de Medio Ambiente en la pasada legislatura, tan sólo dos empresas españolas se han adherido a este sistema y otra más prevé hacerlo antes de que finalice 2008, según datos del Observatorio de la Sostenibilidad en España (OSE), que dirige este proyecto.
En concreto, las dos empresas adheridas son Alsa (transportes), que cuenta con proyectos como la utilización de biodiésel en flotas de autocares, la adquisición de autocares Euro V, un plan para la utilización de bioetanol y el traslado de aparcamientos de autobuses para reducir kilómetros en vacío; y Sol Meliá (turismo), que con el Proyecto SAVE pretende reducir las emisiones de CO2 y el consumo de agua en los 99 hoteles de la cadena adheridos al programa, con medidas de concienciación y formación, estandarización de sistemas y productos energéticamente eficientes.
Además, la empresa de la construcción Ferrovial prevé adherirse a este sistema durante el próximo mes.