El emperador Akihito de Japón dice estar reconfortado porque el fin de su reinado llegue con su país en paz y llamó a seguir caminando esta senda
El emperador Akihito de Japón dice estar reconfortado porque el fin de su reinado llegue con su país en paz y llamó a seguir caminando esta senda con motivo de la celebración hoy de su 85 cumpleaños, el último que celebrará antes de su abdicación.
"Me reconforta profundamente que la era Heisei (la de su reinado) esté llegando a su final, libre de guerra en Japón", dijo Akihito durante una rueda de prensa celebrada tres días atrás en el palacio imperial de Tokio y publicada hoy, en la que señaló la importancia de no olvidar los horrores bélicos.
En su comparecencia, Akihito dijo creer "importante no olvidar las incontables vidas que se perdieron en la II Guerra Mundial y que la paz y la prosperidad del Japón de la posguerra se construyeron sobre numerosos sacrificios y esfuerzos incansables", y llamó a transmitir la historia "con precisión" a las nuevas generaciones.
El emperador japonés recordó la caída del muro de Berlín en 1989, primer año de su reinado, y cómo se erigió en símbolo del fin de la denominada Guerra Fría y trajo esperanzas de tiempos de paz mundial.
"Los desarrollos globales posteriores no han ido necesariamente en la dirección que deseábamos. Me duele en el corazón que se hayan producido disputas étnicas y conflictos religiosos, se hayan perdido numerosas vidas por actos de terrorismo, y un gran número de refugiados sigan sufriendo dificultades hoy en el mundo", declaró.
Se trata de la última ocasión prevista en la que Akihito envía un mensaje al público en una rueda de prensa y la última vez que celebra su cumpleaños como jefe de Estado antes de su abdicación el próximo 30 de abril de 2019, tras un reinado marcado por su pacifismo y su cercanía al pueblo japonés.
Akihito también tuvo palabras de consuelo para los afectados por una serie de desastres naturales este año y afirmó que las catástrofes de esta índole que Japón ha sufrido en sus tres décadas de reinado han dejado "una impresión imborrable" en su mente.
"No puedo olvidar los desastres naturales que han golpeado con mayor frecuencia que en años previos", lluvias torrenciales, seísmos y tifones en los que "mucha gente perdió la vida, mientras otros muchos perdieron la base de su subsistencia", lamentó el emperador.
Akihito dijo que no tiene palabras "para describir la profunda tristeza que siento cuando pienso en esto", pero al mismo tiempo se siente animado al ver que "ante tales dificultades, el espíritu de voluntariado y otras formas de cooperación" crece entre la gente.
Sobre su abdicación, el todavía emperador dijo que desde que ascendió al trono se ha preguntado cuál es la mejor forma de desarrollar las funciones de "símbolo del Estado" que le otorga la Constitución, y que seguirá esforzándose en los meses que quedan.
El príncipe heredero Naruhito y su hermano, el príncipe Akishino, "han acumulado experiencia y creo que, mientras continúan con las tradiciones de la familia imperial, seguirán caminando su senda, a la par que la sociedad en continuo cambio", añadió Akihito.